Hace mucho, mucho tiempo, justo antes de que se creara a los humanos, hubo una reunión de duendes en el universo. De todos es sabido que estos seres son muy revoltosos y les gusta gastar bromas pesadas.Y esto es lo que pasó:
El que parecía el jefe de ellos dijo, - Vengo a informaros de que muy pronto habrá otra raza de seres en La Tierra, se llamarán a sí mismos humanos y tienen muy buenas cualidades, así que he pensado que ¿ por qué no hacer algo para ponérselo más difícil?
- Y qué podemos hacer? dijo el duende más revoltoso.
- Yo he pensado- volvió a intervenir el jefe- que porqué no esconderles "la felicidad"
- Estupendo - dijo el más joven- yo propongo que la escondamos en la cima de la montaña más alta de la Tierra.
A lo que el más inteligente contestó: - Los humanos tendrán fortaleza y, antes o después, escalarán todas las montañas y acabarán encontrándola.
Un duende más bien tranquilo propuso: - Mejor la esconderemos en lo más profundo del océano más grande de la tierra.
Una vez más el duende más inteligente comentó: - Los humanos tendrán el suficiente valor e inteligencia para ser capaces de estudiar sus mares y océanos, y ...antes o despúes, acabarán por encontrarla, compartiéndola con el resto de la humanidad.
- ¡ Ya lo tengo!- dijo una duendecilla de larga melena y sombrero puntiagudo- esconderemos la felicidad en el planeta más alejado del sistema solar más alejado del universo...
Todos sonrieron y afirmaban con la cabeza, pero una vez más el duende más inteligente dijo:
- Los humanos tienen un gran coraje y la capacidad de inventar máquinas que les lleven a otros mundos.
Abatidos, los duendes hacían propuesta tras propuesta y no encontraban el lugar.
En ese momento el duende más viejo, que hasta ese momento no había intervenido para nada, dijo:
- Los humanos serán fuertes, valientes, inteligentes y seres bondadosos siempre y cuando puedan alcanzar la felicidad, así que propongo que se la escondamos dentro de ellos mismos.
Por un momento todos los duendes le miraron sin parpadear, pues no entendían. Así que el anciano duende prosiguió:
-"Estarán tan ocupados buscando la felicidad en las cosas materiales que les rodean que nunca se les ocurrirá buscarla dentro de cada uno de ellos. Escalarán montañas, profundizarán en los océanos, descubrirán nuevos mundos y comprarán todo lo que el dinero les permita, pero nunca encontrarán la felicidad, salvo aquellos que la busquen en su propio interior....entonces, solo "esos" descubrirán que la felicidad es la ayuda a los demás, el sentirse bien con uno mismo, la riqueza interior, la bondad....."
Todos los duendes votaron a favor y desde entonces hasta ahora, la felicidad ha sido un privilegio de unos pocos, solo de aquellos con la suficiente valentía de buscarla en su propio interior.
Pero hay un camino para encontrarla, meditemos, ayudémonos los unos a los otros....y podremos alcanzarla.
De corazón a corazón.
FNB
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