viernes, 24 de junio de 2016

Esas Energías que nos rodean.

Desde que tengo constancia en este planeta y hasta hace relativamente pocos años, viví aterrorizada por aquello que me rodeaba, aquello que veía pero no entendía.
Esas energías que yo entonces veía oscuras, pero que no lo son.
Después empecé a verles como lo que realmente son: Cachitos de energía perteneciente a distintas personas que se quedaron atrapadas en este plano.
A estos "cachitos" de energía se les llama, Almas perdidas, Seres Confundidos, Espíritus o simplemente fantasmas...


¿Pero realmente quiénes son? ¿Qué son?

Hay tres tipos de energías atrapadas.

Una, la perteneciente a una persona que dejó su cuerpo físico al morir, pero cuya alma no fue capaz de abandonar este plano físico por apegos, miedos o porque tenían algo pendiente de resolver. Es un alma, es una persona. 
Y el trabajo con ellas es mostrarles el camino de vuelta a nuestro "verdadero hogar", la luz.

Otra, la perteneciente a personas encarnadas que perdieron un cachito de su energía por un trauma que les causaron o que ellos causaron a otros. El trabajo con ellas es mostrarles como resolver el trauma pendiente y, una vez hecho, ayudarles a que vuelvan a su cuerpo actual del cual se desprendieron buscando su propia sanación o, en muchos casos, el perdón de la persona a la que dañaron.

Y la tercera, la energía que generamos con nuestra ira, odio, dolor, rabia, nuestras palabras o pensamientos,... éstas son las llamadas Energías Proyectadas. 
Proyectadas o bien hacia otros, o en su mayor parte hacia nosotros mismos, contra nosotros mismos. 
Normalmente estas energías no tienen conciencia de lo que son, pero igualmente hacen su trabajo de "resonancia" con nosotros, para despertar nuestra conciencia de que hay que interiorizar.
Y el trabajo que tenemos que hacer con ellas es el de ayudar a su transformación en otro tipo de energía menos densa. O en última instancia, llevarlas a reciclar a la madre tierra y que Ella las transforme en fuente de nueva vida.

En ningún caso se destruyen, en ningún caso se "limpian". No son basura. Son seres y como tal hay que tratarles, con mucho amor y respeto como si de un niño perdido se tratase.

A lo largo de mucho tiempo, pensé, leí y escuché que había que mandarlas a la luz sí o sí. Que nos robaban la energía propia al no haber pasado ellos mismos por la luz. Que nos confundían y nos hacían cometer actos que de otra manera no cometeríamos... y todo esto es cierto, por supuesto que sí, aunque tan solo en cierta medida.

Pues mirando más allá, también encontré que todas y cada una de estas energías proyectadas y almas confundidas, también suponen verdaderos "despertadores" de conciencia para nosotros, para nuestra propia alma.
También me di cuenta de que si esas almas (personas) están aún en este plano, es porque siguen aprendiendo.
Y sobre todo fui consciente de que solo nosotros somos responsables de nuestros actos, de nuestra vida.
Tomemos conciencia de todo lo que nos rodea y avancemos.

Voy a poner algunos ejemplos para que se entienda mejor.

Imagináos que una de las cosas que he venido a sanar a la Tierra es una experiencia anterior donde morí por un navajazo en el abdomen. Y que en el transcurso de mi vida aquí, algunas de estas almas atrapadas se pegaron a mi campo vibratorio haciendo resonar en mi un continuo dolor de estómago.
Tengo varias opciones, o esconderme bajo la manta (literalmente es lo que yo hacía) y esperar que se fueran (cosa que no hacían), o... ponerme a rezar como una loca para que se vayan mientras estoy muerta de miedo por mi desconocimiento, o... 
hablar con esas almas que están confundidas y necesitan ayuda, y mostrarle el camino de la luz, la puerta hacia nuestro verdadero hogar. Pues solo están perdidas. 
Es como si estuviéramos en un pueblo donde no conocemos la lengua, nadie nos habla, tenemos miedo, queremos volver a casa pero nadie nos hace caso porque no nos ven y encima quien sí nos ve, nos ignora. ¿Os imagináis como se sienten a veces?

Pero ¿y mi dolor de estómago?
Bien, tendré que ir más allá y preguntarme ¿qué me está intentando decir esta persona que hay en mi campo vibratorio? Sencillo...me está diciendo que sane esa experiencia de vida pasada en la que me clavaron una navaja en mi abdomen.

¿Y cómo lo sé? Interiorizando. Preguntando a nuestra alma.

¿Cómo sanarla? A través de una terapia regresiva. O bien, si eres capaz y estás formado, a través de un proceso profundo de meditación, donde parte de tu energía ayudará a esa otra parte dañada a sanar, guiándole cual terapeuta regresivo.

¿Por qué es importante sanarla? Pues por diferentes motivos y todos igual de válidos.
Como que, en aquella experiencia también quedó atrapada un cachito de nuestra energía y hay que llevarla a la luz para que se reúna con nuestro Yo Superior, estemos más completos y deje de resonar ese dolor.
También por el trabajo con el perdón de las partes implicadas. O, descubrir si había mandatos que nos estaban afectando en esta vida... en fin, nos dejamos muchas cosas pendientes de resolver a veces.

Pero no solo estas almas perdidas están ahí para que resuene algo pendiente de sanar de vidas pasadas, sino para llamar nuestra atención sobre algo que pretendemos aprender en esta vida.

Una vez, una de estas almas que andaba con un hombre me dijo que era muy celoso. Es cierto que el hombre en cuestión se había vuelto más celoso, pero esta alma estaba con él, además, para magnificar este problema, que se detectara y este señor lo resolviera. Y en ello está, pues la responsabilidad de nuestros actos es exclusivamente nuestra.

En otra ocasión, un alma me dijo que la chica con la que vivía era muy soberbia. Palabras textuales fueron "mírala, se cree una reina". Lo cierto es que esa chica había previsto en su programación de vida antes de nacer, que alguien la ayudara a detectar esos "aires de grandeza" que tenía a veces. 
Y una de las formas que se les ocurrió fue que la emoción de un alma confundida pegada a su campo vibratorio lo pusiera de manifiesto, magnificando esos aires de grandeza, para que esta chica lo detectara y se pusiera a trabajar en ello, aún inconscientemente.
Una vez hecho, el alma recurrió a mí para ir a la luz, pues su trabajo con la chica ya había terminado. 
Por cierto, ahora la chica "entiende" mucho más.

Lo que quiero decir con todo esto, es que hay que dejar de buscar un culpable de nuestros "males" pues todo responde a un plan, más o menos acertado, programado por nosotros antes de venir.

 ¿Y de qué nos sirve saber esto? 
Nos sirve para sufrir menos, pues si somos conscientes en todo momento de que cualquier cosa que nos ocurra, por mala que parezca, tiene doble o triple lectura, aprenderemos y sanaremos más rápidamente, con lo que nuestro sufrimiento será menor. 

Si por un leve dolor de estómago que me está resonando me hago una terapia o un trabajo interior, seguramente que no necesitaré enfermar de una úlcera para sanar o aprender aquello que tenía que sanar o aprender.
¿No os parece?

¿Quiere esto decir que detrás de cada paso que damos hay algo más? No, no siempre, pero lo que sí tenemos que hacer es sentarnos, interiorizar y mirar más allá. Hacer esa doble o triple lectura de la que hablaba antes, no sea que realmente sí haya algo pendiente de sanar y estemos desaprovechando la oportunidad de hacerlo.

Hace poquito, una querida amiga ha instaurado ese actuar en su vida cotidiana y realmente le está dando un gran resultado.

También supongo que conforme siga investigando, mis conclusiones podrían ir cambiando. Sin embargo, hoy por hoy es lo que "resuena" en mí tras tantos años de preguntas y más preguntas, de estudio y más estudio, y de  experiencias propias y ajenas.

Confío en que estas reflexiones os sirvan tanto como me han servido a mí.

Así pues, te invito a bailar bajo la lluvia. Puede resultar hasta divertido.

Fina Navarro
23 de Junio de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

viernes, 10 de junio de 2016

¿Es la Tierra también un Hospital para las Almas?


Imagináos que os meten en un hospital porque tenéis apendicitis, pero os anestesian  (o lo que es igual, os borran la memoria) porque de esa forma operan mejor, ¿ Qué sentiríais vosotros cuando el equipo de cirujía, con toda su profesionalidad pero bisturí en mano, os rajara el vientre???...uuffff...algo así como lo que siente un niño que no entiende, pero sin la mamá que lo consuele y sin el papá que lo proteja.

Bien, eso es lo que sentimos cuando encarnamos en la Tierra.


La Tierra es un lugar para aprender, pero también es un hospital, un hospital de almas.
Reúne las condiciones necesarias para que los traumas, presentes y pasados del alma sean sanados, pero con un propósito último...el de Aprender, el de Entender aún más allá de lo que nuestra memoria borrada nos permite, y ¿qué utiliza?...el Sentir.

Así de sencillo, así de fácil.

Y ¿sólo existe este hospital???
No, hay muchos otros repartidos en todo el Universo que reúnen las características necesarias.

Y ¿sólo afecta a los humanos??
No, afecta a cualquier forma de encarnación, sea animal, vegetal, mineral y, por supuesto, también extraterrestre. Pues lo que realmente se lleva el alma de las diferentes encarnaciones es el aprendizaje a través del Sentir, Sentir que también la lleva a la Sanación.

Antes de venir sabemos lo que tenemos que hacer, lo elegimos y lo llevamos a cabo. Pero nos borran o nos borramos la memoria, porque esa es la única manera de Sentir lo suficiente como para trabajar aquello que nuestra alma necesita Entender y/o Sanar.
Y solo cuando estamos preparados, comenzamos a recordar...
Es cierto que durante el proceso podemos volver a herir nuestra energía, pero es un riesgo controlado, siempre y cuando lo hagamos con consciencia.

Ahí es donde intervienen otro tipo de terapias como la Regresiva o el Reiki o el Zen...., ahí es donde influyen la meditación, el yoga, la relajación, la interiorización, la psicología o psiquiatría entendidas ambas desde más allá de la personalidad y del cuerpo físico.

Pero ¿cómo sanamos el alma?

Para aclarar esto, previamente comentaré lo que me ha llevado a entender. Conclusiones sobre las experiencia tanto propias como de otros cuyas historias llegaron hasta mí, y que algunas de ellas han aparecido en viajerosdeluz.blogspot.com.es

A lo largo de mi vida en esta tierra siempre me he hecho la misma pregunta una y otra vez...¿por qué tanto sufrimiento? ¿Si eleváramos el nivel de conciencia bajaría el nivel de sufrimiento?
Cada vez que alguien cercano o lejano enferma, sufre, su mundo se viene abajo así como el de toda su familia. Naciones devastadas por guerras, catástrofes naturales, enfermedades, hambre y miseria.
Me sentía absolutamente frustrada al no entender el motivo de todo ello.

Sin embargo, la vida o mi propia elección quiso que me dedicara a las terapias del alma.
Con el tiempo descubrí que podía hablar con ellas, por extraño que parezca. Todo ocurrió sin proponermelo, sencillamente ocurrió, hace años ya de aquello.
Y lo que encontré fue en muchos casos...confusión.
Almas confundidas por recuerdos no sanados, por traumas no entendidos.

He leído muchas veces que el alma es pura y no puede enfermar, he oído que somos consciencia, vibración, emociones, ...y sí, efectivamente somos todo eso, pero también somos esos cachitos de energía que se desprendieron de la original para vivir experiencias y que se dañaron en su proceso para, llegado un momento, Sanar tras Entender.

Me dijeron una vez, "el alma no enferma, solo transmite al cuerpo sensaciones vividas, puesto que es eterna y pura".
Y otra persona apuntó "supongo que esas sensaciones vividas, si son traumas, es lo que se manifiesta físicamente".
Estas aportaciones son muy interesantes y yo antes también pensaba así, pero no lograba "entender" del todo.
Ahora entiendo un poco más, tanto por las experiencias propias como por las ajenas que me han llegado.

Efectivamente hay una parte de nuestro Ser que es puro y nunca enferma, esa parte es nuestro Yo Superior y tampoco encarna nunca. Vive en lo que llamamos la Luz, en nuestro Hogar, el verdadero.
Sin embargo, hay otras partes de ese Ser que somos nosotros, puesto que podemos segregarnos, que se quedan con emociones y traumas que más tarde tienen que sanar.

¿Cómo es posible ésto?
Sencillo, somos energía y como tal, podemos segregarnos, como la corriente eléctrica que alimenta diferentes bombillas dentro de una casa, viene por el mismo cable suministrador y se va repartiendo por diferentes cables

Y ¿para qué todo este proceso?
Pues para Sentir y poder Aprender desde el Sentir y Sanar desde el Sentir.

Realmente hay quien dice que somos emociones, entonces ¿qué diferencia hay entre ser Energía, Vibración, Luz, Emoción, Consciencia o Alma?

Y estoy de acuerdo con todas y cada una de esas definiciones.

Pero, 
¿a qué se debe que tengamos que venir una y otra y otra vez?
¿Por qué un cuerpo sano, enferma al entrar un alma en él?
¿Por qué un cuerpo sana, cuando hablamos con su alma y no con la parte consciente del cuerpo de aquí y ahora?

Una explicación sería la de que, una parte de nuestra alma está enferma y tiene que sanar y encontrar la pureza a base de Aprender y Sentir, para poder unirse a aquella parte que nunca encarna y que es pura, y ...de esa forma ir creciendo en consciencia, luz y pureza.

Esta es mi opinión y por supuesto que puedo estar equivocada, pero hoy por hoy es lo que me hace entender ese mar de dudas en el que vivo, pues es la duda la que nos permite descubrir respuestas y por lo tanto avanzar en el entendimiento. Cada cual en el suyo propio.

Un alma se puede segregar en múltiples cachitos, algunos de ellos enferman y por ello se alejan de ese Ser Puro que somos, para volver a unirse a él después de sanar.

Sin embargo, esos "cachitos" de nuestra alma original, de ese Yo Superior, también son almas en sí mismas.

Así que hoy mi pensamiento es que la Tierra es un Hospital para las Almas, además de un lugar para el Aprendizaje a través del Sentir.
Pero como he dicho antes, puedo errar en mi pensamiento y el día de mañana llegar a otra conclusión. Y precisamente en ello se basa la propia evolución del alma, ¿no?.

El truco es entender que "hacer consciente lo inconsciente" funciona también para el alma, no solo para la conciencia del cuerpo físico en el aquí y ahora, sino para el alma también, pues realmente es el alma la que enferma, es ella la que se lleva las emociones a otras vidas a otros cuerpos y los enferma, es el alma la que se confunde...por lo tanto el trabajo se puede hacer perfectamente con el alma, de hecho es así como se hace, aunque sea a través de otro cuerpo de otra persona y obtener los mismos resultados.

Esta es la explicación de una terapia que hice al alma de un muchacho muy enfermo a través de otro familiar. Se llama regresión a distancia. 
Ahí fue el alma del muchacho la que entendió, no su conciencia física, sino su alma.
Y, resulte como resulte al final, por lo menos su alma no se llevará a otra vida el trauma que se ocasionó cuando era bebé no nato y que derivó en una grave enfermedad.

Esta es la base del trabajo a distancia que hacemos con las almas, tanto de encarnados como de no encarnados.

Y sí, es cierto que el alma es muy sabia y precisamente por ello desea sanarse. Precisamente por ello se fija estos despertadores llamados enfermedades, accidentes, hambre, catástrofes, paro, ruina, desengaños, duelo, ...para que le resuenen y hagan que su parte consciente y la no consciente trabajen en el Entendimiento, el Aprendizaje, el Sentir y la Sanación de la propia Alma, y no solo de la conciencia del cuerpo físico.



Por eso sufrimos tanto, para despertar nuestros recuerdos, recuerdos de traumas pendientes de sanar o recuerdos sobre aprendizajes pendientes de interiorizar y superar.
Sanación que se hace en planos de existencia similares a los originales en los que se produjo el trauma, la enfermedad del alma, puesto que buscábamos un aprendizaje profundo al desarrollar la experiencia original.

Pero, ¿podríamos sufrir menos?
Sí, por supuesto, siendo conscientes de lo que nos pasa. Llorar, trabajar nuestro interior, con o sin ayuda, Sentir, Entender y por fin Sanar. No me canso de repetirlo.

Cuántas veces me he encontrado con personas que vinieron destrozadas emocionalmente, y tras la terapia, tras el trabajo y el tiempo necesario para su asimilación, encontraron por fin el Entendimiento y la Sanación de su Alma.

Yo misma me he perdido en este plano más veces de las que puedo recordar, pero trabajando en mi interior, y con ayuda de amigos, familia o terapeutas, me iba encontrando.
Sufro, sí, por supuesto, pero bajo el "entendimiento" de que hay mucho más de lo que vemos en esta dimensión, ese sufrimiento se hace menor y dura menos.

Pero, ¿qué pasa cuando venimos a sanar y resulta que en ese proceso nos ocurre algo traumático que podemos llevarnos a otra existencia futura??

¿Llegaríamos así a un círculo sin fin??

No necesariamente, todo dependerá de si estamos lo suficientemente despiertos o, por el contrario, nos dejamos atrapar en esta dimensión terrenal.

Voy a poner el ejemplo de un hijo.
Imaginaos que una de las cosas que ha venido a sanar un alma en esta encarnación, sea una relación anterior con uno de sus hijos.
Imaginaos por un momento que en una vida pasada esa alma, encarnada en otro cuerpo, quedó atrapada en un sentimiento de culpa por abandono de su hijo, al que dejó en un lugar mientras se desarrollaba una guerra.
Imaginaos que le mataron y su hijo quedó solo y murió de hambre en soledad,
¿ os imaginais cuánto dolor se llevó el alma de esa madre o padre?
se llevó la sensación de que había abandonado a su propio hijo.
Imaginaos que en esta vida logra entender el proceso que ocurrió en aquella, que además lo trabaja energéticamente con su hijo y lo sana, pero ¡¡ay!! en el camino, cuando su hijo era pequeño le dice unas palabras que le hieren.
Y años más tarde, la madre o padre se dan cuenta del daño que volvieron a hacer a su hijo...

¿Qué hacer?
Sencillo. Hay que pedir perdón desde lo más profundo de nuestra alma, devolver la energía robada a nuestro hijo con aquellas palabras hirientes, sufrir ese momento, sólo ese momento, llorar nuestro dolor por el sufrimiento causado, reconocer y aceptar el error para aprender de ello, perdonarse a uno mismo, entender que todos cometemos errores para evolucionar en nuestro aprendizaje, así como aprender también a no volver a cometerlo al ser conscientes de ello, seguir entendiendo y, por último...sanarlo.

De esta manera no nos llevaremos ese error a otras vidas, porque ya estará sanado en ésta.

Es como si entraras a un hospital a operarte de apendicitis, y en el proceso coges una infección hospitalaria, bien...entonces, se detecta, te mandan antibióticos y te vas a casa, débil, pero en proceso de sanación total.

Eso es lo que tenemos que hacer aquí, mantener la conciencia despierta para poder "entender" y sanar cada paso que damos.

¿Puede ser, entonces, que la Tierra sea un lugar de desintoxicación, algo así como un hospital de almas?, ¿para que podamos sacar nuestros problemas y sanarlos por las condiciones de olvido y la enorme densidad vibracional de este mundo?

¿Puede ser también que a base de tanto sufrimiento la Tierra esté, energéticamente hablando, desequilibrada al igual que los hospitales humanos, sumidos en las energías confundidas y proyectadas por el dolor, la rabia, la ira, la confusión, la pena...??

Pienso que es posible, y que este pensamiento podría explicar el sufrimiento excesivo de este planeta y de los que aquí habitan.
Sufrimiento que irá paliándose a la vez que se eleve el Entendimiento de lo que realmente hay más allá del prisma físico de esta tercera dimensión.

Y...
Este pensamiento explicaría también por qué de vez en cuando, tienen que venir Seres a la Tierra para ayudar a mantener el equilibrio en ella.

Yo me preguntaba, ¿si todo son experiencias necesarias y la Tierra es una escuela, por qué el planeta tiene que evolucionar???

Realmente lo que ocurre es que después de tanto venir a sanar aquí, se ha quedado mucha energía proyectada tanto por nosotros mismos como por los demás, el dolor, la rabia, la confusión, la pena,...y también se han quedado "cachitos" de nuestra alma atrapados aquí y están poniendo al planeta en una situación complicada para mantener el equilibrio.

Es como si la Tierra fuese un gigantesco hospital que de vez en cuando tiene que ser restaurado, a veces la situación ha sido tan límite que se han producido extinciones en masa, para darle un respiro al planeta.



Sé que parecen palabras muy fuertes, pero es lo que pienso y sé que nada pasa por casualidad, de ahí la importancia de que se eleve el nivel vibratorio de la Tierra si pretendemos evitar esa sexta extinción, conocida por la del propio humano sobre el propio humano.

El paso para ello es la interiorización, pues todo pasa por "entender" nosotros, para poder hacer esa revolución pacífica sobre el pensamiento humano.
Esto que ocurre aquí también pasa en otros planetas. Y hay quienes se han especializado en ello.

Con esto no quiero decir que no luchemos por sanar, al contrario, hay que luchar, estudiar, aprender, razonar para finalmente Entender y por fin Sanar.
No estamos aquí para sufrir, estamos aquí para sentir, aprender y sanar, el sufrimiento es solo un instrumento utilizado, antes y/o después para nuestro propósito.
Es como el dolor de la cicatrización de nuestra herida en nuesta pancita tras operarnos de esa apendicitis que nos estaba haciendo daño.

Y desde luego que nadie viene a limpiar los errores de nadie, ni a sanar los pecados de nadie.

Debemos de entender que solo nosotros somos responsables de nuestros actos y podremos ayudar a otros, pero ante todo hemos venido a aprender y a sanar. Y quizás, si lo hacemos de prisa, podremos ayudar a que este planeta no "pete", como tantos otros así lo hicieron antes.

Y es ahí donde intervienen esas personas que ayudan a elevar el nivel vibratorio, y ¿esto que es?

Pues al igual que todo hospital, los Seres o personas que pasamos por la Tierra, a veces podemos quedarnos atrapados en la misma sin poder salir, o bien nuestras proyecciones energéticas tomaron cuerpo y están confundidas en este plano de existencia.
En estos casos, hay personas o Seres que son capaces de ayudar a equilibrar el planeta, ayudando a esas formas de energía a encontrar el camino de la luz, reciclando en ese proceso parte de su energía negativa, que a su vez servirá para ayudar a otros planetas en estado de formación.

Pero...esa ya es otra historia...


Desde mi propio entendimiento, errado o no, pero con mucho amor...




Fina Navarro
02 de Junio de 2016
Viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

miércoles, 1 de junio de 2016

El poder de las palabras

Para bien o para mal, las palabras tienen un gran poder, tanto sobre nosotros como sobre los demás. Y no solo las palabras sino nuestros pensamientos también, sobre todo si van cargados de nuestra rabia, de nuestro dolor, de nuestra ira o de la de los demás, entonces se convierten en verdaderos tormentos para nuestra alma y por ende para nuestro cuerpo.

Caterina 49 años. Asesora.
16 de Mayo de 2016

Caterina vino a verme porque le afectaba mucho tener que cobrarle a uno de los clientes de su asesoría.
C: No hay forma  -decía- y sé que tiene dinero, pero cuando me mira con esa cara de pena, pues eso, que no puedo cobrarle y me debe bastante dinero. Esto no es normal. No tengo fuerza. Estoy sin energía. Y me duele mucho el pecho.
Y así empezó la sesión.

C: Veo oscuridad, y unos brazos oscuros que me rodean.
T: Muy bien. ¿Cuál es el origen de esos brazos oscuros que te rodean?
C: Hay un hombre. Me llama puta. Él piensa que he estado con otro. Me dice: "eres una perra, te acuestas con todo el que pillas, tienes lo que te mereces, voy a terminar contigo, no vas a descansar nunca"...

Ahí es nada, mandato tras mandato y justo ahí empezó el trabajo.

Caterina contó su historia, marcada por la fuerza de las palabras.
C: Me pilla durmiendo en un catre. Es una vieja cabaña del siglo XII y me clava una estaca en el pecho con un mazo. ¡¡Será bruto!! (hasta ella se sorprendía de lo que veía)

Un mandato

T: Fíjte bien, y eso de "No vas a descansar nunca", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: Estar cansada de que todo me cueste tanto trabajo, todos los pasos que doy me cuestan mucho trabajo. Me cuesta que me valoren. Siempre me lo he tenido que ganar todo a pulso, con mucho esfuerzo.
T: Y ¿qué te impide hacer?
C: Tener las cosas fáciles. Que tenga que trabajar mucho para ganarme la vida. Me impide relajarme.

Otro mandato,

T: Muy bien y fíjate en eso de "te acuestas con todo el que pillas", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: No respetarme lo suficiente. Hay determinados hombres que me cuesta que me respeten. Algunos hombres de negocios no respetan mi trabajo. Los hombres normales sí me respetan.
T: ¿ y qué te impide hacer?
C: Respetarme más a mí misma. Respetar mi propio trabajo.

Y otro más,

T: Fíjate en esto de "tienes lo que te mereces", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: Sentir que me pongo rígida, el esófago se me bloquea (ahí está un síntoma de sus dolores)
T: Y, ¿qué te impide hacer?
C: Me está entorpeciendo avanzar para desinhibirme, para expresarme. Me muero por dentro.

Y otro mandato,

T: Fíjate entonces en esto de "me muero por dentro", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: Me bloqueo en el pecho ( ahí está de nuevo el síntoma del dolor en el pecho)
T: Y, ¿qué te impide hacer?
C: SENTIR

Caterina se había negado a sentir a lo largo de su vida y esa falta de emociones fue en parte responsable de los problemas que tuvo en el centro de su pecho.
Ahora estos dolores se relacionan entre sí, terapia tras terapia.

Normalmente, cuando tenemos una dolencia crónica son necesarias varias terapias para enlazar todo, al ir haciendo consciente aquello inconsciente que el alma guarda y afecta al cuerpo, poco a poco ese síntoma irá sanando.

T: Muy bien, sigue.

C: Tengo el cuerpo destrozado. No le oí ( ¡Ojo!) Me mató cuando dormía.
T: Dime una cosa, si te mató cuando dormías, ¿cómo es que le oíste decir todos estos mandatos?
C: Pues porque yo estaba despierta, mi cuerpo estaba dormido.

Esto es una prueba más de que estemos durmiendo o en coma, nuestra alma escucha todo.

T: Sigue.
C: Me salgo del cuerpo. No siento nada. Me elevo y me quedo un rato observando. No me voy. Me quedo en la casa diciéndole cosas.
C (cuando era alma perdida): Eres un hijo de la gran puta ( palabras textuales), gordo asqueroso, te puse los cuernos y te los tenía que haber puesto más veces. Y él parece que me oye porque dice al aire "puta". Y así estamos unos cuantos años. Me quedo con él para fastidiarlo. Y cada vez que yo le decía "gordo asqueroso", él decía al aire "puta".
( Siendo fiel a la verdad, llegado a este punto, tanto Caterina como yo misma nos reíamos de ese juego entre el marido y su mujer muerta).
C: Al final me voy a la luz porque estoy cansada.

Allí la esperaba un hijo de aquella vida, que había muerto antes. Y al llegar le dijo "no sabía que estabas aquí o si no hubiera venido antes".
Fíjaos en la importancia de los familiares que vienen a recogernos en el momento de dejar el cuerpo. Si Caterina no hubiera estado tan afectada por la rabia de haber sido asesinada, hubiera visto a su hijo y se hubiera ido antes, ahorrandose esos años de sufrimiento.
Sin embargo, como todo pasa por algo, ella aprendió que no había avanzado nada en esos años de rabia que se quedó con su marido, tras su propia muerte. Había aprendido que hay que seguir avanzando.
Porque todo hay que aprenderlo, la cuestión es el tiempo que necesitemos para ello.

No es tu mirada, es como me miras

La volví a dirigir al momento de su muerte para ver ese último pensamiento, esa posible mirada que nos pueda seguir afectando vida tras vida, y allí estaba.
C: Veo los ojos de mi marido. En ellos hay rabia y dolor, quiere romper a llorar, tiene los ojos llorosos. Son como los ojos de mi cliente, el que no me paga.
T: Muy bien, y ¿qué te está diciendo con su mirada?
C: Me dice, "me has hecho mucho daño"



Y otro mandato más,

T: Fíjate bien en eso de "me has hecho mucho daño", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: Apiadarme mucho de la gente y no mostrarme firme cuando tengo que hacerlo.
T: Y ¿qué te impide hacer?
C: No me gusta hacerle daño a la gente

Y otro mandato, fijáos por qué,

T: Y eso de "no me gusta hacerle daño a la gente", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: Perjudicarme yo si es necesario. ( ¿qué os decía?)
T: Y ¿qué te impide hacer?
C: Dejar que los demás hagan lo que tienen que hacer.

Y ¿ por qué esas palabras, esas frases en principio normales, se convierten en mandato?

Pues por la fuerza de la energía con la que se pronunciaron. Y esa energía sigue vigente aún hoy día, rodeando como brazos oscuros a Caterina, que era lo que ella veía al principio de la sesión.

Pero aquí no acaba todo.

Su momento más traumático fue cuando le clava la estaca, lo que le provoca bloqueo, sentirse indefensa y sentir que la pillan a traición.
T: Y todo esto, ¿qué te hace hacer?
C: No reacciono, me ha pasado muchas veces en mi vida, me bloqueo, sobre todo cuando no me espero lo que me dicen.
T: Y¿qué te impide hacer?
C: No decir realmente lo que siento cuando lo siento. Lo pienso y lo suelto cuando ya no viene a cuento.
Siento angustia vital en el pecho y la garganta ( ahí está de nuevo su dolor crónico). Me tengo que joder (palabras textuales y mandato, ¡cómo no!) porque no puedo hacer otra cosas, no tengo otra opción.

Y otro más.

T: Fítate en eso de "me tengo que joder", ¿qué te hace hacer en tu vida como Caterina?
C: No expresarme, callarme muchas veces.
T: Y ¿qué te impide hacer?
C: Expresar lo que quiera o sienta.

Habló con el alma del que fue su marido, que era ese cliente que no le pagaba. Le pidió perdón por ponerle los cuernos y le devolvíó su energía. Y le dijo, "tenía que haberme separado, no ponerte los cuernos, perdóname".
Le exigió que le devolviera la energía que le robó cuando la mató, la recuperó y le perdonó.

Y por supuesto, rompió y anuló todos los mandatos que consciente o inconscientemente había hecho en esa vida que acababa de revivir, liberándose definitivamente y para siempre de ellos.

Al día siguiente Caterina tenía reunión con su cliente y yo esperaba su llamada para ver qué tal le había ido.
Cuando me llamó, lo que más me impresionó fue la energía que denotaba su voz. Se sentía fuerte, y esa fortaleza llegaba a través del teléfono.
No pude dejar de sonreir mientras me contaba el encuentro.
Caterina logró "entender", logró recuperar su energía y logró establecer un calendario de pago a su cliente, con la determinación de que, o le pagaba o dejaba de asesorarle. Así de sencillo.

Todo empezó con el poder de la energía que ponemos en las palabras y los pensamientos.
Y no solo en las palabras crueles o negativas, sino comentarios no conscientes que pueden dañar profundamente a quien los escucha y haber sido solo una broma del que los dice.
Incluso palabras inocentes repetidas una y otra y otra vez, bien por nosotros mismos o por algún familiar, amigo o conocido, da igual.
Palabras inocentes que expresan solo un pensamiento, pero que para el que lo escucha se puede convertir en un mandato de por vida, como lo que escuchamos cuando estamos en el vientre materno.
El poder de las palabras...¿qué energía ponemos ahí?.

Y yo me pregunto, ¿por qué no poner esa misma energía en el perdón y el entendimiento, en la interiorización, en mirar dentro primero antes de mirar fuera, en el amor por los demás?
¿Os imagináis cómo sería el mundo entonces?
No quiero decir con esto que no podamos hablar, sí que podemos y debemos hacerlo, pero con mucha consciencia de nuestro poder para con nosotros y para con los demás.

El poder de las palabras... puedes sanar con ellas pero también puedes herir. Utilízalas con sabiduría y "entendimiento", entonces todo será más fácil.

Gracias querida Caterina. Eres para mí una gran fuente de inspiración en mi estudio y un gran apoyo en mi trabajo.

Fina Navarro
30 de Mayo de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

Y como las casualidades no existen, justamente, al día siguiente de escribir esta experiencia, apareció por mi casa un muchacho que llevaba arrastrando las palabras que le había dicho su abuela a su madre cuando estaba embarazada de él.
"No es el momento", le dijo.
Y esa expresión mal entendida por ese niño no nato, encerrado en la caja de resonancia que es el vientre materno, fue convertida por él mismo en un mandato de por vida que le ha llevado a desarrollar una enfermedad muy grave.
Sin embargo, a pesar de la gravedad, confío en que su alma haya "entendido" y decida sanar, tal y como afirmó que haría.
Quizás algún día pueda publicar también esa maravillosa experiencia...