miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sinopsis Viajeros de Luz. El camino.

Sinopsis de "Viajeros de Luz. El camino"

¿Te has preguntado alguna vez qué es eso que sientes pero que no logras ver? ¿Te has preguntado alguna vez, por qué en todos los lugares de este mundo, la gente habla en voz baja de aquello invisible que nos rodea? ¿Sabemos acaso dónde nos llevan nuestros pasos por el camino de esta vida que hemos decidido vivir? ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Por qué pasa lo que pasa a nuestro alrededor?
No pretendo darte respuestas a tus propias preguntas, pues éstas las tienes que encontrar tú.
Pero te ofrezco, con sencillez y mucho amor, un ejemplo de mis peripecias por ese mundo de lo invisible, el mío propio, pero que bien podría haber sido el tuyo.
Experiencias reales del día a día, que me enseñaron que la única verdad reside en nuestro interior y que, eso es lo que hay que trabajar. Pues ese trabajo te hará avanzar cada vez más por tu propio camino.

Somos viajeros de luz en busca de nuevos aprendizajes.
Somos almas que buscan la sanación de nuestras propias heridas.

Así que…detente, respira, cierra los ojos y…busca en tu interior.


sábado, 22 de octubre de 2016

Capítulo 5. Viajeros de Luz. El camino.

Es un placer compartir con todos vosotros uno de los capítulos de mi libro: Viajeros de Luz. El camino..


Bookplay
https://vimeo.com/188280830

5. ¿Cómo cambiar la vibración de las energías proyectadas?

Tiempo atrás…antes de aprender a expandir la burbuja de luz…

Un día, haciendo unas gestiones fuera de mi oficina,  entré en un despacho y me pareció ver algo gris oscuro que se movía tras una mesa. Volví a mirar y ya no estaba, sin embargo, seguía teniendo la sensación de algo muy pesado tras de mí.
A riesgo de que me tomaran por loca, le hablé a la persona que solía estar allí de las energías proyectadas. Me confesó que hacía tiempo se encontraba cada vez peor, tanto física como mentalmente, e incluso que tomaba relajantes para dormir. Me dijo también que no creía en esas cosas, pero que por favor, hiciera todo lo posible para que esa “cosa” (palabras textuales y valga la redundancia) se fuera.
-Yo podría hacer eso -le dije-  pero volverá a aparecer si tú no cambias tu actitud y tus pensamientos.

Cuando me senté a hablar con este ser tras la mesa, resultó que era un cúmulo de energía sin forma, creada por la forma de pensar de la persona de ese despacho y por toda la energía proyectada que iba atrayendo. Por supuesto, no habló conmigo pues no tenía conciencia de sí mismo y yo, en aquel entonces, no tenía las ideas tan claras como ahora.
Así que hice lo que siempre hago en estos casos, pedí ayuda para que me dijeran qué tenía que hacer. Como por entonces no sabía expandir la burbuja para que cualquier ser pudiera ir con más facilidad a la Luz, ellos me guiaron.
Pedí por la apertura de la puerta a esa otra dimensión y me sorprendió, cuando apareció en ella, una mujer que esperaba dentro. No tenía forma definida, sino que era solo luz y por alguna extraña razón, yo intuía que era femenina. Me recordaba a las esculturas que proclaman la fecundidad, una mujer de formas redondeadas, pero hecha de luz e irradiando un gran amor.

Con su mirada, desde dentro de la Luz me dijo que le diera energía a ese ser con todo mi amor, que no juzgara. Fue increíble, en cuanto le empecé a canalizar la energía sanadora del universo, todo lo oscuro se fue deslizando al suelo para dejar paso a una diminuta lucecita en su interior. A la vez, se iba acercando cada vez más a la puerta y justo cuando todo lo denso a su alrededor cayó, ella en apenas un segundo, recogió a ese ser diminuto y lo acunó entre sus brazos. Me miró, sonrió y se marchó.
Algo en mí me dijo, que se aprovechaba todo lo que ocurría en el universo para seguir generando vida.

La verdad, no recuerdo bien qué pasó aquel día con la energía que se quedó en el suelo. Quizás la mandé a reciclar, quizás vinieron otros y se la llevaron. No sé.
De lo que sí soy consciente ahora, escribiendo estas líneas, es que los procesos han sido muy parecidos, pero en mi negación de lo que era capaz de ver en otros planos de existencia, mi proceso de aprendizaje ha sido mucho más lento que el de otros que no han dudado tanto.
Pero, ¿qué fue exactamente lo que había generado ese cúmulo de energía?
Si nosotros odiamos profundamente a alguien porque nos ha hecho algo, ese odio se convierte en una energía proyectada contra aquel que nos hizo daño, pero atención, que también se queda cerca nuestro, atrayendo otras energías como la que hemos generamos nosotros, de tal manera que entraremos en un círculo vicioso del que solo podremos salir si nosotros mismos trabajamos en nuestro interior, si nos esforzamos en amar en vez de odiar, en perdonar en vez de atacar y cargarnos de razones.

¿Qué ocurrió con esta persona? No lo sé, pero intuyo que su vida cambió con el paso del tiempo, pues antes de este episodio ya buscaba respuestas a sus propias preguntas y quizás aquel día le supuso un avance en su propio entendimiento, aunque se resguardara tras el humor de “nah…en eso yo no creo…jajá, pero ayúdame ¿eh?”.



viernes, 26 de agosto de 2016

Mensaje tras mensaje

Hasta que por fin, él pudo hablar directamente con ella.

"Mensaje de una amiga común, recibido el 3 de Julio de 2015:

Hola. Paolo tengo que decirte algo que me pasó hace dos noches...

No sé como empezar, pero ahí va.

Tengo un mensaje para ti. Por fin se ha comunicado Mirella conmigo.

No sé si creerás o no, pero mi deber es decírtelo.
La vi con dos personas, una de ellas era un hombre mayor con el pelo un poco blanco, pero no muy mayor. Supuse que era su padre. Y la otra era una mujer también mayor y muy bien arreglada.
Vino a visitarme con esas dos personas que la acompañaban e iba muy guapa, como era ella.
Estuvo hablando conmigo y me dijo varias cosas, como que ella no se había olvidado de vosotros en ningún momento, pero que algunas personas sí se están olvidando de ella...... No sé por qué me dijo eso, pero me lo dijo.....
....me dijo que ella os visita de vez en cuando, que siempre lo hará, que nunca se olvidará de ti, que no te desanimes, que te ha querido y te querrá siempre, que siempre te protegerá y te dará las fuerzas suficientes para que sigas adelante, que se siente orgullosa de ti.
Que eres la única persona que no se ha olvidado de ella, que te visita, que sí, que lo hace, que no lo dudes.
Que sus amigos están tan ocupados que no se acuerdan de ella pero que ve todos los problemas que tienen.
Que no te olvides nunca de ella"

TR Paolo. 39 años
8 de Abril de 2016

A Paolo le iban llegando mensaje tras mensaje, incluso de gente que apenas conocía, relacionado con ella...

Hacía cinco años que su mujer Mirella había muerto y desde esos momentos Paolo se vio arrastrado a un gran pozo oscuro de dolor y duelo, sin embargo, empezó a darse cuenta que las cosas que le iban diciendo algunas personas que se cruzaban en su camino, estaban directamente relacionado con  su gran amor, su mujer.



Aunque ese proceso es realmente bonito y desde la perspectiva de un terapeuta de almas es muy interesante, pienso que esa parte de la historia debería contarla el propio Paolo.
Yo me limitaré, de alguna forma, a cerrar el círculo yendo al origen de todo, mostrando la evolución del alma en su conjunto, sin separarla por ésta u otra experiencia de vida, sino como una continuidad en el caminar de nuestro Ser.


Al principio Paolo visitó distintos momentos de la vida de Mirella. Creo que fue una forma de ofrecerle un homenaje de su amor por ella y quizás también una forma de dejarla definitivamente que se fuera a la luz, a pesar de la mezcla de emociones que su rostro reflejaba, a pesar del dolor y la felicidad que expresaba cuando la veía con la nitidez que solo en regresión se es capaz de ver.

También tuvo unos momentos para hablar con el alma de su madre, que de pronto hizo acto de presencia en su mente, y que para él es muy importante en su vida.

Lo seguí acompañando por los caminos de su alma hasta que ahí estaba: el origen.

P: Está oscuro. Es de noche.
T: Muy bien. Sigue.
P: No me siento bien. Siento miedo en el estómago. Siento soledad y oscuridad. No me muevo. Siento los sonidos de la noche. Mis zapatos son raros, como antiguos.
Aparece un caballero oscuro en un caballo. Lleva una lanza o una espada en la mano derecha.

Ese fue su primer contacto con aquella vida. Da igual por donde entre, aunque no sea forzosamente con el hecho traumático, lo importante es que está en la experiencia que su alma desea mostrarle y sanar.

P: Ahora es de día. Llevo armadura y capa roja. Me arrodillo ante un hombre. Él me mira y me habla. Todo el mundo está serio, pero sonríen.
Me van a nombrar caballero.
Parece que hay una fiesta. Me he cambiado de ropa.
La veo.
La veo a ella entre todas las mujeres. Me mira y me sonríe, va vestida de color azul. Hay baile, comida, risas y música. Estamos muy felices. Ella está contenta porque soy caballero. Bailamos.

De pronto cambió su semblante.
T: ¿Qué está pasando?
P: Ella sufre porque yo lucho. Siento dolor.
T: ¿Cómo si fuese qué cosa?
P: Como si fuese una espada. ¿ Qué está pasando? Me mareo y me caigo. La veo en su habitación. Ella me ve caer desde donde ella se encuentra. Sufre por mi.

Así estuvo algunos minutos, hasta que siguiendo el hilo de las preguntas...
P: Yo creo que he muerto.
P: Veo una luz. Aparece una persona de blanco con el cabello rubio. Está todo blanco. Me dice que no me preocupe, que todo está bien, que he vuelto a casa. Siento calma y tranquilidad.

Es curioso, pero la mayoría de personas, crean o no, hayan leído sobre este tema o no, expresan lo mismo sobre la paz y la vuelta a casa.

T: Fíjate bien. ¿Qué es lo que teníais que aprender con esta experiencia tan dura?
P: (preguntando) ¿El desapego? ( su cara era de rareza absoluta, como diciendo "¿qué me estás contando"?)
T: Fíjate bien. Pregunta a estas personas que están contigo. ¿Qué estáis aprendiendo con estas experiencias de pérdida?
P: (ahora más consciente). El Desapego.

He de reconocer que para mí fue una inspiración esta terapia pues me llevó, junto con otras experiencias, a concretar el escrito sobre el desapego
http://viajerosdeluz.blogspot.com.es/2016/04/el-desapego.html

Le llevan a una especie de ciudad toda blanca y todos van vestidos de blanco, incluido él ahora. Y entonces aparece ella... la expresión de Paolo se transforma. Sonríe. Se puede ver reflejada en su cara el profundo amor que siente. Sin embargo, ahí, en ese estado no es un amor terrenal.
Es algo más profundo. Muestra el reconocimiento de un alma amiga, de un alma afín,  muestra el amor que somos capaces de sentir sin las trabas de esta dimensión. Tal es así que las personas que le acompañábamos nos emocionamos.
La vibración del amor se siente en el aire y veo como lágrimas silenciosas escapan de los ojos de las dos mujeres que vinieron con él.
Por fin... Esto era lo que todos esperábamos. Su encuentro en esa otra dimensión donde solo existe el entendimiento y la paz.

Se van a un lago y hablan. Yo le digo que, en la medida de lo que pueda, nos relate lo que van contándose. Se echan de menos.
Mirella le dice que tuvo que pasar.
Les vuelvo a preguntar, esta vez a los dos... ¿qué teníais que aprender con estas dos experiencias tan duras de pérdida?.
Paolo traduce lo que ella le va diciendo.
Así lo pactamos, decía. Teníamos que aprender a vivir con el dolor, aprender lo que realmente era el amor incondicional.
Les hablo del desapego en ambas direcciones.
Ella le perdió a él en aquella vida donde él era caballero y Mirella vio su muerte en el campo de batalla. Y él la perdió a ella en esta vida. Pero que ahora estaban juntos.
En aquella vida Paolo se quedó como alma confundida un tiempo con ella. Igual, ella también lo hizo en esta vida. De ahí tantos mensajes que él iba recibiendo de personas a su alrededor.
Hasta que con el tiempo y el entendimiento, lograron llevar su energía a la luz. Cada uno en su momento.
Estuvieron mucho tiempo hablando. Yo veía como él a veces movía sus labios en preguntas silenciosas que solo ella escuchaba.
Y cuando yo le preguntaba me contestaba, "es que la comunicación es muy rápida y no puedo traducirla". Así que les dejé.  Era su momento.
Dos amantes, uno encarnado y otra no, en ese mundo sutil donde las almas pueden encontrarse y vivir momentos inolvidables de pura paz y amor. Un lugar donde equilibran sus emociones y su corazón vuelve a latir en armonía.

Pasado un tiempo él mismo dijo que ya entendía, que ya se encontraba mejor. Se despidió de ella en aquel lugar donde cada vez que su alma lo necesite podrá regresar a encontrarla, ahora ya como amigos del alma. Más allá del tiempo y del espacio.
Ahora ella ya no necesitaba que él no la olvidara, ahora ya no le importaba que los amigos no la recordaran tanto como rezaba el mensaje, pues ahora ella ya estaba totalmente en la luz y quería que él rehiciera su vida.

A veces cuando no toda nuestra energía ha regresado al hogar, quedan reminiscencias de lo que consideramos importante en esta dimensión terrenal, como el que la gente nos recuerde o no , sin darnos cuenta de que eso no importa. Y eso solo se nota cuando realmente estamos en la luz en nuestra totalidad, en ese lugar del cual venimos y desde el que todo se ve bajo un prisma de más entendimiento.

Y proseguí con la parte de aquella vida en la que, como caballero Paolo moría bajo el filo de una espada, hasta que él encontrara el entendimiento del por qué vivir una experiencia tan difícil.

T: Fíjate bien, de todo esto que acabas de revivir ¿cuán ha sido para ti el momento más traumático?
P: Cuando siento el dolor de ella cuando me matan ( ni siquiera su propio dolor en su muerte, sino el de ella)
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones físicas?
P: Me duele el estómago y siento el dolor de ella como si fuese el mío propio. (todo el tiempo él estuvo pendiente del dolor de Mirella en aquella vida cuando le perdió).
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tu reacciones emocionales?
P: Tristeza absoluta por ella (otra vez, de ahí también que en esta vida fuese él quien la perdió a ella, para entender desde la otra perspectiva), no es por mí es por ella porque la veo sufrir.
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones mentales?
P: Quiero consolarla, ayudarla a que no sufra ( por eso fue que su alma se quedó con ella en aquella vida en vez de ir directamente a la luz).
T: Fíjate en todo esto y dime, ¿qué te hace hacer en tu vida como Paolo?
P: Acumular inconscientemente una sobrecarga emocional. Conscientemente notar solo la mitad del dolor que llevo dentro. (Fíjense qué importante esto. Nunca me canso de hablar sobre la importancia de sentir plenamente el dolor para poder sobreponerse a él)
T: Y, ¿qué te está impidiendo hacer?
P: Indudablemente, seguir adelante sin ella.

Luego Paolo concluye. "También estoy aprendiendo el desapego. Y sin su presencia en mi vida, estoy tomando más seguridad en mí mismo. Antes necesitaba de su presencia para sentirme seguro, ahora soy más fuerte emocionalmente hablando. Ella era mi pilar, me apoyaba si yo sentía miedo. Ahora aprendo a controlar mis miedos por mí mismo. Y también aprendo amor incondicional".

Esta experiencia tan absolutamente arrebatadora nos muestra también como las vidas se van entrelazando, como los aprendizajes se van completando con cada experiencia, como realmente todo forma parte de la gran evolución del alma como ser inmortal, que pasa de vida en vida aprendiendo, sintiendo, sanando y evolucionando en conciencia de su propio Ser.
Todo es un enorme y gigantesco puzzle, donde cada pieza tiene su lugar, donde todo cuadra a final.
Porque al final, como decía uno de mis maestros, todo está bien y si no está bien, es porque aún no es el final.


Querido Paolo, deseo profundamente que escucharas las palabras que te dijo Mirella a la orilla del lago y hayas decidido abrirte a la vida que aún te queda por disfrutar.
Con todo mi agradecimiento a ambos por esta gran muestra de amor. Os deseo la mejor de las existencias.

Fina Navarro
24 de Agosto de 2016

Apenas un día después de leer esto y a mi pregunta de cómo se encontraba, Paolo me escribía:
Buenos días Fina.
Pues creo que mejor desde aquellas fechas porque me siento más entero, aunque un pelín estresado... pero eso es parte de la vida.
No sé, me encuentro incluso mejor físicamente. Es como si me hubiera quitado un lastre del cuerpo.
La llevo en mi corazón. Y siento que muchas veces se producen esas "no casualidades", una tras otra.
Miro hacia delante pero sin dejar de vivir el ahora.
Muchas gracias por el texto.
El mensaje que un año antes me dio nuestra amiga en común (con el que abro el escrito) fue crucial para seguir creyendo y seguir recuperándome. Fundamental!!

Me alegro profundamente de que todo siga su curso y estés mejor.
Todo ayuda porque todo está ahí por algo. 

Lo cierto es que ese mensaje que Paolo recibió de su amiga, para él fue crucial. Lo sostuvo, lo alentó y le ayudó, y eso es lo importante.
Da igual si esa ayuda viene en forma de un mensaje, de un libro, de una película, de una mano amiga, de una terapia regresiva, de un psicólogo,... da igual, pues todo está ahí por algo y cada cosa, si sabemos mirar, nos impulsa a seguir adelante.

Me uno al agradecimiento de Paolo a esa amiga común, que se atrevió a dar ese mensaje que tanto bien le hizo y a esa otra amiga que lo trajo a mi casa aquella tarde.
Gracias a ambas por vuestra valentía. ;)

Fina Navarro.
28 de Agosto de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
http://viajerosdeluz.blogspot.com.es/


lunes, 25 de julio de 2016

¿Sabemos pedir perdón?

Pero... pedir perdón ¿desde lo más profundo de nuestro corazón?
¿Siendo conscientes de lo que hemos provocado en otros?

Cuando nuestro dolor es intenso, a veces, se nos olvida pedir perdón por las acciones cometidas.
Y, a veces, ese olvido trae consecuencias que arrastramos mucho tiempo, más del que ni siquiera nosotros mismos somos capaces de entender, en este mundo terrenal, con nuestra mente humana sumergida en esta dimensión tan densa.

TR Abie
5 de Mayo de 2016

"No sé qué voy a hacer con él -decía Abie con total desesperación refiriéndose a su exmarido- me lo tropiezo siempre en la calle, cada vez que salgo sea la hora que sea (estén atentos pues toda la experiencia se desarrolla "en la calle"). Y veo que no supera su Ira contra mí por la separación. Vive para amargarme la vida. Estamos más de un año sin hablarnos ni tener contacto por lo mal que nos llevamos". 

Eso fue lo primero que me dijo cuando le pregunté por el motivo de su visita.
Y ya no tuve que preguntar más.

Entre mis amigas hay una broma extendida sobre mí. Ellas dicen "cuidado cuando Fina te dice, como el que no quiere la cosa:
 a ver... cierra un momentito los ojos. Eso es... respira...
pues ya te tiene mirando tu interior"
Y se ríen.
Y lo mejor, es que tienen razón.

Y eso fue lo que le dije a Abie.
Durante unos minutos vagó de sensación en sensación, en las que descubrió que el origen de su relación con su ex marido era la "dependencia" y donde le quedó claro que su hijo la estaba ayudando en esta vida a no perderse. Hasta que por fin logró centrar la experiencia, pero no se pierdan quién contaba al principio este relato.

Abie sentía Ira en su estómago, veía su propia mano ensangrentada, tenía la necesidad de hacerle daño a alguien. De pronto vio a un niño de unos 3 años muerto en el suelo, Era su hijo. Se desespera y grita, pero no viene nadie.
T: Mira a tu alrededor, mira a ver si hay alguien más ahí
A: Aahhggg... sí, es un hombre, es mi marido de ahora, tengo su corazón en mi mano izquierda ( así sin previo aviso). Siento odio. Él está tendido en una plaza de adoquines. Él ha matado a alguien (llorando), creo que ha matado a mi hijo... aagghhhh. Pero siento que es como si no hubiera querido hacerlo.
T: Fíjate bien. Yo voy a contar a tres y al llegar a tres irás al principio de esta experiencia, cuando todo comienza.


A: Estoy en casa, mi marido se lleva a mi hijo a jugar a la plaza. De pronto escucho algo y salgo corriendo. Veo a mi hijo tirado en la calle, parece que ha sido un accidente o que se le ha parado el corazón, pero yo creo que ha sido mi marido el que lo ha matado. Me vuelvo loca. Mi marido le mira como no entendiendo qué ha pasado, pero yo creo que es él quien lo ha matado. Así que voy hacia él y le arranco su corazón con la mano izquierda ( ella es diestra en esta vida).
A mis preguntas ella iba contestando...
Cojo a mi hijo en brazos y cruzo el puente de piedra hacia el bosque que rodea el pueblo. Lo dejo bajo un árbol y me quedo con él, ahí sentada. Me dejo morir. Muero a los 3 días. Me voy apagando poco a poco. Siento pena, vacío y desasosiego. Siento Ira en el estómago (la misma Ira que dice siente su marido actual). Esa Ira me sale por el corazón y se queda vacío, seco.

T: Muy bien, de todo esto que acabas de revivir, ¿cuál ha sido para ti el momento más traumático?
A: Cuando veo muerto al niño.
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones físicas?
A: Siento Ira ( otra vez) y soberbia (ojo)
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones emocionales?
A: Chillo y pego a mi marido.
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones mentales?
A: Odio e Impotencia.
T: Y fíjate bien, todo esto ¿qué te hace hacer en tu vida como Abie?
A: Siento pena, impotencia también porque no me paga su parte de mantenimiento económico.
T: Y, ¿qué te está impidiendo hacer?
A: Ser más fuerte. Me impide enfrentarme a él ( a su ex marido actual). Me impide avanzar.

El acompañante debe de respetar la experiencia de cada paciente, pero si no entiende algo también debe de investigar. Y así lo hice para aclarar lo que no entendía. No entendía como había podido arrancarle el corazón con una mano. No entendía como murió ella, sobre todo cuando en un momento le preguntaba si el cuerpo de su hijo se estaba descomponiendo y me contestó un No rotundo. ¿Cómo era posible? A pesar de todo, respeté la experiencia de esa alma que me hablaba y le hice hacer su trabajo.

Sin embargo aproveché la segunda vuelta para investigar y fíjense lo que descubrí...

T: Voy contar a tres e irás de nuevo al principio de esta experiencia tan traumática.

Volví a preguntar una y otra vez, todo lo que no entendía y eso llevó a que ella misma entendiera qué ocurrió realmente.

A: Yo estoy en la cocina cortando carne para la comida. Estaremos en el siglo XVII ( ya empieza a ser más precisa). Entonces oigo algo y salgo a la calle. Descubro a mi hijo en el suelo y creo que ha sido mi marido. Siento rabia y desconfianza. Cojo el cuchillo que me había metido en el delantal cuando salí y exhausta me lanzo contra él y le acuchillo en el corazón.
Cuando mi marido cae al suelo con la expresión en su cara de que no entiende nada, yo tiro el cuchillo y voy hacia el niño. Grito, lloro (y lloraba, estuvo todo el tiempo llorando). Viene gente y nos recogen. Entierran a mi hijo y me queda sola.


Vuelve sola a su casa y se sienta en una mecedora. Todavía no es consciente de que su marido no había matado a su hijo. Fue consciente precisamente haciendo la terapia, aunque parte de su alma desconfiaba de todo lo ocurrido y también fue la desconfianza la que la llevó a matar injustamente a su marido en aquella experiencia.
Conoció a otro hombre y tuvo más hijos. Murió de anciana rodeada de toda su familia. Sintió vitalidad al morir. Felicidad y tranquilidad. Sin embargo no se fue a la luz, se quedó junto a su propia cama durante meses. Siente que tiene que renunciar a algo, siente que tiene que hacer algo.
A: (como Alma Perdida de aquella vida): Me desespero ahí, la gente se olvida de mí. Tengo miedo a ir a la luz. Tengo miedo de ser juzgada. Me siento culpable.

Vean como una parte de su alma sabía que no había actuado correctamente, aún así todavía no lo tenía claro. Y no se sentía culpable, pero algo no casaba para ella es su propia historia.
Al final su hijo la esperaba en la luz y ahí saca aún más toda la emoción retenida.

A estas alturas todavía no era capaz de perdonar a su marido actual.
Así que la volví a llevar de nuevo a la experiencia para que descubriera definitivamente si su marido había matado o no, a su hijo de aquella vida. Y allí fue, de nuevo.
Le digo que mire el cuerpo del niño para ver si efectivamente tenía marcas, pues primero dijo que lo había estrangulado, después que lo había pisado un carro, hasta que no vio señales de nada de eso y se dio cuenta de que murió súbitamente por un problema de corazón, pero que en su desesperación acusó y mató al marido.

Y... por fin entendió y por fin pudo perdonar y por fin se pudo perdonar a sí misma también.

Pero realmente, ¿qué ocurrió?

En la primera vuelta, quien realmente estaba trabajando era esa parte de su alma que se quedó atrapada en el dolor de la pérdida de su hijo y del asesinato de su marido, por su propia mano.
Ese cachito de su alma herida, que siente que le ha arrancado el corazón a su marido y se lleva a su hijo bajo un árbol para morir.
Le pregunto cómo está su hijo tras esos 3 días que ella tarda en morir, y ella insiste una y otra vez en que está bien, está muerto pero su cuerpecito está bien.
Y precisamente fue eso, que el cuerpo de su hijo no se descomponía,  lo que me llevó a entender que había estado trabajando con lo que nosotros llamamos una Fragmentación de Alma, y que ambos estaban atrapados en su dolor.
Al final de la terapia, ya liberado el trauma, esa parte de su alma junto con la de su hijo pudieron ir a la luz y soltar definitivamente ese sufrimiento que seguía resonando una y otra vez, como si realmente estuviera pasando en este momento.

Tras trabajar el momento más traumático y las reacciones y como la estaba afectando, se dio permiso para ver un poco más de la realidad en esa segunda vuelta.

En la segunda vuelta es cuando se da cuenta de que no muere en el bosque sino que sigue su vida, de que mató a su primer marido con un cuchillo, de que se casa con otro hombre, tiene otros hijos y de que se queda como un alma perdida por meses, (lo que normalmente se conoce por fantasma o espíritu), porque le faltaba algo, pero lo que sentía era un profundo miedo de que cuando fuera a la luz su hijo muerto no la quisiera. Le pidió perdón por si hubiera sido una mala madre.
Durante ese tiempo que estuvo como alma confundida intentó llamar la atención de sus familiares pero no le hacían caso. Y al final decidió ir ella sola a la luz, que según dijo siempre había estado allí, esperándola.

Y por fin la tercera vuelta, en la que se da permiso para ver la realidad de que su marido no fue el culpable de la muerte de su hijo y por lo tanto de que ella no tenía motivos para odiarle y ni mucho menos para matarle.

Abie echaba las culpas a su ex pareja de la Ira y Rabia que siente él, sin embargo es ella la que lo sentía continuamente y viene de la vida donde ella mató a su marido porque creía que éste había matado a su hijo de tres años.
Por ello deciden venir a esta relación actual de nuevo como marido y mujer para superar aquella experiencia pendiente de sanar.

Pero aquí no termina todo...

Abie tuvo un aborto en esta vida de poco más de un mes de gestación, que le había provocado mucho dolor emocional. Así que la llevé a hablar con el alma de su bebé no nato, en quien reconoció al alma de su hijo de aquella vida. Y para calmar su dudas, le dije que fueran al momento en que estaban programando su experiencia de vida actual.
Ahí descubrió que todo estaba previsto, incluido el aborto, y que la ayudaría a ella a resonar con aquella experiencia que tenía que sanar cuando le perdió en aquella vida. Esto, a su vez, le ayudaría a él mismo en su propio crecimiento al recuperar parte de su propia alma atrapada bajo el árbol.

Le pregunté si pertenecían al mismo grupo espiritual y, sin dudarlo, me dijo que Sí.
Entonces le pregunté si sabía qué era eso "del mismo grupo espiritual" y me dijo que no lo sabía, pero que algo dentro de ella sí sabía que pertenecían al mismo, sea lo que sea eso.
Cuando le pregunté como iban vestidos en ese espacio, me dijo que todo estaba blanco y que ellos llevaban túnicas blancas.
Lo curioso de todo esto es que Abie no sabía conscientemente nada de estos temas, hasta ese momento.

Pero, ¿qué justificaba la actitud de su marido actual hacia ella?
En todo el proceso y el trabajo final con el perdón, su marido de aquella vida (que es el mismo que el de ésta) fue capaz de perdonarla sin ninguna duda por haberle matado.
Y lo único que el alma de su marido quería era que ella le pidiera perdón por todo el daño causado en aquella vida.

Al fin, ella logró perdonar a su marido actual desde lo más profundo de su corazón, a través de ser perdonada por él en aquella vida anterior.



Abie se dió cuenta de que la Ira que ella decía ver en su marido, le pertenecía a ella y que es ella la que tiene que trabajar en su interior.

Se fue a casa con una tarea a realizar, la de ofrecer su meditación diaria para que tanto ella como su ex marido encuentren el camino de la luz.

El trabajo de Abie, según sus propias palabras, fue definido como: "uufff... esto duele más que un parto", y a veces es cierto, pero miren los resultados...

Un mes después Abie volvió a casa a una reunión de Reiki. Allí nos contó que la actitud de su ex marido había cambiado radicalmente, que ya se hablaban, que era amable, que la ayudaba con el cuidado de su hijo,... en definitiva, estaba irreconocible, para bien - decía Abie sorprendida.
¿Se lo pueden creer?
Yo sí

¡Qué gran trabajo Abie. ¡Qué gran trabajo!
Ese día demostraste una gran valentía y una gran capacidad para hacerle frente a uno de los propósitos de esta vida... entender, sanar, pedir perdón desde lo más profundo de tu corazón... realmente, un gran trabajo.
Gracias por permitirme compartirlo y dejar que tu experiencia pueda ayudar a otros.

Al final todo consiste en un trabajo interior.
¿Cómo lleguemos a ello? Ese es el camino de cada cual.

Reconozco que desde mi punto de vista como acompañante, también fue una trabajo difícil de hilar y de conducir, pero bien mereció la pena el resultado.
Terapias como la regresiva son muy buenas, pero hay muchas y todas ellas pueden ser igual de válidas, siempre que se siga haciendo el trabajo interior, pues recuerden... estamos aquí para aprender, sentir y sanar.

Para terminar, y como anécdota, les contaré la percepción de Eloisa,  la amiga de Abie que vino a acompañarla y cuyo escepticismo solo reconoció al final, ya cuando se iban.

Eloisa me relató que antes de venir ella pensaba que todo esto eran mentiras para crédulos, sin embargo en el desarrollo de la terapia ella fue capaz de "ver" todo lo que su amiga estaba relatando, incluso antes de que lo dijera.
Reconoció que lo pasó mal por ser partícipe de tanto sufrimiento, pero que ya no tiene dudas de la validez de este trabajo terapeútico.
¿Y por qué lo vio? Pues porque Eloisa también entró en lo que llamamos un estado ampliado de conciencia para el cual no existe ni el tiempo ni el espacio, y por lo tanto pudo ver la escena tal y como la estaba reviviendo su amiga, por supuesto con el permiso de su alma.

Desde aquí te animo Eloisa para que trabajes aquello que ambas sabemos que tu alma puja por dejar salir.

No me cansaré nunca de agradeceros a tod@s y cada una de vosotr@s, mis queridas almas heridas, todo lo que me enseñáis al mostrarme vuestro dolor y vuestra valentía, pues con ello mi alma recorre pasito a pasito el camino de mi propio "entendimiento".

Gracias... desde lo más profundo de mi corazón.

Fina Navarro
27 de Julio de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

martes, 19 de julio de 2016

Perdió sus lágrimas...

...junto a su abuela.
Y no porque las derramara, sino porque fue incapaz de hacerlo.
Cuando terminen de leer esta experiencia, seguro que estarán en posición de entender más a aquellas personas que, a pesar de que una pérdida les toque muy de cerca, no son capaces de manifestar su dolor.

TR Jonás. 25 años
31 de Julio de 2015

Vino acompañado de sus padres, a los que invitó a salir de la sala pues no quería que vieran su proceso, quizás sabía ya que podría ser doloroso para ellos, en especial para su madre.


Manifestaba ansiedad y cabreo cuando no se cumplían los planes. Se consideraba muy metódico y se enfadaba cuando no todo le salía perfecto. A veces se encontraba de mal humor y sentía como que le faltaba algo. Deseaba crecer como persona y sabía que podía aportar más de lo que realmente aportaba a su vida y a la sociedad.
Se había dejado el trabajo.

Y entonces le pregunté,

T: ¿Hay algo que te preocupe?. ¿Hay algún hecho de tu pasado del que quieras hablar?
J: Mi abuela, la madre de mi madre, murió en Marzo del 2014.
Y justo ahí empezó a sacar todo el dolor de su pérdida.

Jonás estaba muy unido a su abuela, comía o cenaba con ella cada poquitos días. Conversaba con ella, le contaba sus problemas. La consideraba una segunda madre y...murió en sus brazos.

" Aquel día había comido con ella y como no le había visto buena cara, por la noche llamé a ver como se encontraba. Allí había una tía mía y me dijo que estaba peor.
Me fui inmediatamente a su casa.
Yo me siento mal porque ella se siente mal. ( aquí ya habla en presente, ya está profundamente dentro de la experiencia).
Cada vez se encuentra peor. La sentamos en una silla. Le está dando una parada cardíaca. La abrazo por detrás.
Mi tía llama a la ambulancia, pero no llega. Siento impotencia y rabia por el retraso. En mi interior me enfado con el personal por su tardanza. No me creo que mi abuela esté tan mal.
Ella me dice "Me muero".
Siento vacío dentro de mí.
Me limité a acompañarla ( ¿les parece poco?)
Ella respira más tranquila cuando yo estoy sujetándola por detrás...."

Realmente Jonás hizo un gran trabajo con su abuela, la acompañó en su proceso de morir. Ella lo decidió así. Pero al no ser consciente por el dolor y su juventud, una parte de Jonás quedó atrapado en su propio dolor.

J: No puedo hacer nada.( ¡Ojo! mandato)
T: ¿ Y qué sientes cuando no puedes hacer nada?
J: Vacío muy grande (de nuevo), ansiedad (síntoma inicial), tristeza, rabia (otra vez) y mucho cabreo (más síntomas). Siento desolación. Me parece todo subrealista.
T: Fíjate en todo esto, ¿cómo te está afectando en tu vida como Jonás?
J: No exteriorizo nada. Hago sufrir a mis padres porque todo lo guardo dentro de mí y ellos no entienden.
T: Muy bien. Sigue.
J: Me quedaba mucho por vivir con ella. Estuve 4 horas con mi abuela. En un momento mi tía díjo que no respiraba y la acostamos en el suelo para intentar reanimarla. La ambulancia seguía sin venir. Yo le decía lo mucho que la quería, que no la iba a olvidar, que iba a estar con mi abuelo. Mientras pensaba que le iba a hacer mucha falta a mi madre.

En un momento llegó la ambulancia.
T: ¿Qué sientes cuando llega la ambulancia?
J: Vacío en todo mi cuerpo. Sé que ella está muerta. Siento Cabreo (otra vez el cabreo), porque hay gente que no le importa. Tengo miedo de que le pase algo a mi familia. Siento un nudo en el estómago que no me deja sentir la situación.
Era un pilar en mi vida y a día de hoy no he sabido sustituirlo. No voy a volver a verla.
En ningún momento me quise creer que mi abuela se murió conmigo.

Fíjense como se negó a aceptar una realidad, y esa negación le seguía martirizando, de ahí la importancia de hacer consciente lo inconsciente para poder sanarlo.

T: Fíjate, de todo esto que acabas de revivir, ¿cuál ha sido para ti el momento más traumático?
J: Cuando mi tía me dijo que no respiraba y la acostamos en el suelo para la reanimación. Mi tía se puso histérica y yo no sabía lo que hacer. Yo sabía que no había nada que hacer.
(Realmente no se estaba contradiciendo, no sabía lo que hacer porque realmente no podía hacer nada.)
Siento vacío.
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones físicas?
J: Le pegué una patada muy grande a la silla y me hice mucho daño. Durante unos minutos me sentí muerto.
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones emocionales?
J: Siento tristeza, impotencia, pienso mucho...en cómo se va a sentir mi madre cuando llegue...en el vacío que iba a provocar, en las navidades que no se iban a celebrar...en mis conversaciones con ella...en los domingos que no iba a subir a verla...(cuánto nos cambia la vida, ¿verdad?)
T: Y en ese momento, ¿cuáles son tus reacciones mentales?
J: Siento ansiedad, impotencia de no poder hacer nada, pero también un poquito de alegría porque pudo pasar su muerte conmigo ( por fin iba empezando a entender qué gran tarea hizo con su abuela en esos momentos tan complicados y difíciles).
T: Fíjate y todo esto, ¿qué te está haciendo hacer en tu vida como Jonás?
J: La sigo necesitando para avanzar aún teniendo el apoyo de mi familia, es que mi abuela lo era todo. Necesito poder seguir viéndola para ser feliz, hablar con ella, contarle cosas ( ¡Ojo! otro mandato)
T: ¿Y qué te está impidiendo hacer?
J: Me impide ser como soy. Siempre tengo una sonrisa en la cara pero no es sincera. No la siento.
La muerte de mi abuela me anula como persona (otro mandato).
Siento que somos insignificantes, que pocas personas se preocupan por nosotros. La Sociedad es muy hipócrita e individualista.

Muy cierto, pues es precisamente esa individualidad uno de los procesos que nos hace sufrir. No entendemos que todos formamos parte de un maravilloso TODO. Que todos existimos porque existen los demás. De otra forma sería inconcebible nuestra propia existencia.
Hoy veía al personal del servicio de recogida de limpieza de contenedores de basura haciendo su trabajo y pensaba que no somos conscientes de la importancia de todos y cada uno de nosotros.
¿Qué sería de nuestra salud sin ellos?
Y no solo en cuanto a los humanos se refiere, sino del papel de todos los seres vivos en este planeta.
¿Qué sería de nosotros sin las hormigas? ¿Lo han pensado alguna vez? Hay estudios sobre ello, el mundo sería un enorme basurero sin ellas.
Creemos que somos más que otros porque tenemos una profesión bien pagada, o porque somos más guapos, o porque heredamos la mayor de las fortunas, o porque dirijimos un país...pero...no somos nada sin el que limpia, sin el que produce, sin el que reparte, sin el de la tienda de la esquina...y tampoco podríamos sobrevivir sin las hormigas, por mucho que luchemos contra ellas cuando se cuelan en nuestra casas...
Jonás tenía mucha razón en ese estado ampliado de conciencia. Su alma ponía de manifiesto uno de los mayores males de esta sociedad...la individualidad, no vista como respeto a todos y cada uno de nosotros, sino como una lacra al no importarnos lo que le ocurre a los demás.
Y la única forma de cambiar el mundo es cambiando nosotros mismos. Entendiendo que todo ocurre para nuestro aprendizaje y sanación, para que se opere ese cambio en lo más profundo de nosotros.

Jonás lloró todo lo que no lloró cuando su abuela murió.
Y cuando le hice volver a esos momentos, ya envuelto en la luz, para recuperar ese cachito de su alma que se quedó atrapada en el dolor de la pérdida, la vió...
T: ¿A quién estás viendo?
J (sonriendo y llorando al mismo tiempor): A mi abuela...y ....a mi abuelo tras ella.
T: ¿Dónde están?
J: Junto a mí. Me dicen que están bien. Que quieren que yo esté bien. Que todo está bien.
T: Fíjate, ¿tu abuela pasó por la luz? ¿Y tu abuelo?
J: Creo que no. Se quedaron conmigo. Mi abuelo estaba con mi abuela, y cuando ella murió se vinieron los dos conmigo.
T: Dime, si estás viendo a tu abuela...¿cómo es eso de que ya nunca la ibas a volver a ver?
J: No sé.
T: Fíjate...cuando decías que la muerte de tu abuela te anulaba como persona...pero tú la estás viendo...entonces dime...¿tu abuela está muerta?
J: No, no lo está.
T: Entonces, si tu abuela no está muerta...¿cómo te puede anular como persona su muerte?.
J (sonriendo): Ya entiendo...
T: Bien, ahora que ya entiendes, pregunta a tus abuelos si desean ir a la luz para que tanto ellos como tú podías seguir con vuestro propio camino evolutivo.
J: Sí, quieren irse porque ya saben que yo estaré bien.
T: Diles que recojan todos los cachitos de su energía que pudieran estar en cualquier parte o con otro familiar, y que todos juntos vayan a la luz.

Y así lo hicieron y su nieto fue testigo de ello.
Se hablaron, se dijeron todo lo que tenían que decirse y la calma volvió al corazón de Jonás.
Fue muy emotivo y me siento profundamente agradecida de haber sido testigo de ello.

Unos 15 días antes había sido el padre de Jonás el que trabajó en terapia regresiva y leyendo los dos casos, había una frase que se repetía en ambos. Tanto Jonás como su padre decían:
"Tengo miedo de que le pase algo a mi familia"
Exactamente las mismas palabras, ni una más ni una menos, pero realmente, ¿quién tenía miedo de que le pasase algo a la familia?

Cuando el padre de Jonás hizo su trabajo, resulta que encontró con él también un cachito de la energía de su suegro. En aquel momento también marchó a la luz pero no toda su energía, sino la parte que se había quedado con él. Otra parte estaba con la abuela y con el nieto, y la preocupación excesiva por la familia venía en ambos casos del abuelo, por eso se quedó con todos y cada uno de ellos.
Somos energía y como tal podemos segregarnos. No es un misterio, es solo física.

Por otro lado, como terapeuta, esta experiencia me constata que en muchas ocasiones hay que sanar los traumas provocados en esta vida antes de poder entrar en otras.
Es primordial ser consciente de cualquier problema que nos haya acontecido en nuestro caminar por nuestra vida presente para ir aprendiendo y sanando en cada paso que damos.

Todavía me sigue sorprendiendo la valentía de los jóvenes de ahora que deciden rebuscar en su pasado, esté éste donde esté, para sanar su alma.

Gracias Jonás por esa valentía que mostraste y que estoy convencida, sigues mostrando día a día.

Fina Navarro
13 de Julio de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

viernes, 24 de junio de 2016

Esas Energías que nos rodean.

Desde que tengo constancia en este planeta y hasta hace relativamente pocos años, viví aterrorizada por aquello que me rodeaba, aquello que veía pero no entendía.
Esas energías que yo entonces veía oscuras, pero que no lo son.
Después empecé a verles como lo que realmente son: Cachitos de energía perteneciente a distintas personas que se quedaron atrapadas en este plano.
A estos "cachitos" de energía se les llama, Almas perdidas, Seres Confundidos, Espíritus o simplemente fantasmas...


¿Pero realmente quiénes son? ¿Qué son?

Hay tres tipos de energías atrapadas.

Una, la perteneciente a una persona que dejó su cuerpo físico al morir, pero cuya alma no fue capaz de abandonar este plano físico por apegos, miedos o porque tenían algo pendiente de resolver. Es un alma, es una persona. 
Y el trabajo con ellas es mostrarles el camino de vuelta a nuestro "verdadero hogar", la luz.

Otra, la perteneciente a personas encarnadas que perdieron un cachito de su energía por un trauma que les causaron o que ellos causaron a otros. El trabajo con ellas es mostrarles como resolver el trauma pendiente y, una vez hecho, ayudarles a que vuelvan a su cuerpo actual del cual se desprendieron buscando su propia sanación o, en muchos casos, el perdón de la persona a la que dañaron.

Y la tercera, la energía que generamos con nuestra ira, odio, dolor, rabia, nuestras palabras o pensamientos,... éstas son las llamadas Energías Proyectadas. 
Proyectadas o bien hacia otros, o en su mayor parte hacia nosotros mismos, contra nosotros mismos. 
Normalmente estas energías no tienen conciencia de lo que son, pero igualmente hacen su trabajo de "resonancia" con nosotros, para despertar nuestra conciencia de que hay que interiorizar.
Y el trabajo que tenemos que hacer con ellas es el de ayudar a su transformación en otro tipo de energía menos densa. O en última instancia, llevarlas a reciclar a la madre tierra y que Ella las transforme en fuente de nueva vida.

En ningún caso se destruyen, en ningún caso se "limpian". No son basura. Son seres y como tal hay que tratarles, con mucho amor y respeto como si de un niño perdido se tratase.

A lo largo de mucho tiempo, pensé, leí y escuché que había que mandarlas a la luz sí o sí. Que nos robaban la energía propia al no haber pasado ellos mismos por la luz. Que nos confundían y nos hacían cometer actos que de otra manera no cometeríamos... y todo esto es cierto, por supuesto que sí, aunque tan solo en cierta medida.

Pues mirando más allá, también encontré que todas y cada una de estas energías proyectadas y almas confundidas, también suponen verdaderos "despertadores" de conciencia para nosotros, para nuestra propia alma.
También me di cuenta de que si esas almas (personas) están aún en este plano, es porque siguen aprendiendo.
Y sobre todo fui consciente de que solo nosotros somos responsables de nuestros actos, de nuestra vida.
Tomemos conciencia de todo lo que nos rodea y avancemos.

Voy a poner algunos ejemplos para que se entienda mejor.

Imagináos que una de las cosas que he venido a sanar a la Tierra es una experiencia anterior donde morí por un navajazo en el abdomen. Y que en el transcurso de mi vida aquí, algunas de estas almas atrapadas se pegaron a mi campo vibratorio haciendo resonar en mi un continuo dolor de estómago.
Tengo varias opciones, o esconderme bajo la manta (literalmente es lo que yo hacía) y esperar que se fueran (cosa que no hacían), o... ponerme a rezar como una loca para que se vayan mientras estoy muerta de miedo por mi desconocimiento, o... 
hablar con esas almas que están confundidas y necesitan ayuda, y mostrarle el camino de la luz, la puerta hacia nuestro verdadero hogar. Pues solo están perdidas. 
Es como si estuviéramos en un pueblo donde no conocemos la lengua, nadie nos habla, tenemos miedo, queremos volver a casa pero nadie nos hace caso porque no nos ven y encima quien sí nos ve, nos ignora. ¿Os imagináis como se sienten a veces?

Pero ¿y mi dolor de estómago?
Bien, tendré que ir más allá y preguntarme ¿qué me está intentando decir esta persona que hay en mi campo vibratorio? Sencillo...me está diciendo que sane esa experiencia de vida pasada en la que me clavaron una navaja en mi abdomen.

¿Y cómo lo sé? Interiorizando. Preguntando a nuestra alma.

¿Cómo sanarla? A través de una terapia regresiva. O bien, si eres capaz y estás formado, a través de un proceso profundo de meditación, donde parte de tu energía ayudará a esa otra parte dañada a sanar, guiándole cual terapeuta regresivo.

¿Por qué es importante sanarla? Pues por diferentes motivos y todos igual de válidos.
Como que, en aquella experiencia también quedó atrapada un cachito de nuestra energía y hay que llevarla a la luz para que se reúna con nuestro Yo Superior, estemos más completos y deje de resonar ese dolor.
También por el trabajo con el perdón de las partes implicadas. O, descubrir si había mandatos que nos estaban afectando en esta vida... en fin, nos dejamos muchas cosas pendientes de resolver a veces.

Pero no solo estas almas perdidas están ahí para que resuene algo pendiente de sanar de vidas pasadas, sino para llamar nuestra atención sobre algo que pretendemos aprender en esta vida.

Una vez, una de estas almas que andaba con un hombre me dijo que era muy celoso. Es cierto que el hombre en cuestión se había vuelto más celoso, pero esta alma estaba con él, además, para magnificar este problema, que se detectara y este señor lo resolviera. Y en ello está, pues la responsabilidad de nuestros actos es exclusivamente nuestra.

En otra ocasión, un alma me dijo que la chica con la que vivía era muy soberbia. Palabras textuales fueron "mírala, se cree una reina". Lo cierto es que esa chica había previsto en su programación de vida antes de nacer, que alguien la ayudara a detectar esos "aires de grandeza" que tenía a veces. 
Y una de las formas que se les ocurrió fue que la emoción de un alma confundida pegada a su campo vibratorio lo pusiera de manifiesto, magnificando esos aires de grandeza, para que esta chica lo detectara y se pusiera a trabajar en ello, aún inconscientemente.
Una vez hecho, el alma recurrió a mí para ir a la luz, pues su trabajo con la chica ya había terminado. 
Por cierto, ahora la chica "entiende" mucho más.

Lo que quiero decir con todo esto, es que hay que dejar de buscar un culpable de nuestros "males" pues todo responde a un plan, más o menos acertado, programado por nosotros antes de venir.

 ¿Y de qué nos sirve saber esto? 
Nos sirve para sufrir menos, pues si somos conscientes en todo momento de que cualquier cosa que nos ocurra, por mala que parezca, tiene doble o triple lectura, aprenderemos y sanaremos más rápidamente, con lo que nuestro sufrimiento será menor. 

Si por un leve dolor de estómago que me está resonando me hago una terapia o un trabajo interior, seguramente que no necesitaré enfermar de una úlcera para sanar o aprender aquello que tenía que sanar o aprender.
¿No os parece?

¿Quiere esto decir que detrás de cada paso que damos hay algo más? No, no siempre, pero lo que sí tenemos que hacer es sentarnos, interiorizar y mirar más allá. Hacer esa doble o triple lectura de la que hablaba antes, no sea que realmente sí haya algo pendiente de sanar y estemos desaprovechando la oportunidad de hacerlo.

Hace poquito, una querida amiga ha instaurado ese actuar en su vida cotidiana y realmente le está dando un gran resultado.

También supongo que conforme siga investigando, mis conclusiones podrían ir cambiando. Sin embargo, hoy por hoy es lo que "resuena" en mí tras tantos años de preguntas y más preguntas, de estudio y más estudio, y de  experiencias propias y ajenas.

Confío en que estas reflexiones os sirvan tanto como me han servido a mí.

Así pues, te invito a bailar bajo la lluvia. Puede resultar hasta divertido.

Fina Navarro
23 de Junio de 2016
viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es

viernes, 10 de junio de 2016

¿Es la Tierra también un Hospital para las Almas?


Imagináos que os meten en un hospital porque tenéis apendicitis, pero os anestesian  (o lo que es igual, os borran la memoria) porque de esa forma operan mejor, ¿ Qué sentiríais vosotros cuando el equipo de cirujía, con toda su profesionalidad pero bisturí en mano, os rajara el vientre???...uuffff...algo así como lo que siente un niño que no entiende, pero sin la mamá que lo consuele y sin el papá que lo proteja.

Bien, eso es lo que sentimos cuando encarnamos en la Tierra.


La Tierra es un lugar para aprender, pero también es un hospital, un hospital de almas.
Reúne las condiciones necesarias para que los traumas, presentes y pasados del alma sean sanados, pero con un propósito último...el de Aprender, el de Entender aún más allá de lo que nuestra memoria borrada nos permite, y ¿qué utiliza?...el Sentir.

Así de sencillo, así de fácil.

Y ¿sólo existe este hospital???
No, hay muchos otros repartidos en todo el Universo que reúnen las características necesarias.

Y ¿sólo afecta a los humanos??
No, afecta a cualquier forma de encarnación, sea animal, vegetal, mineral y, por supuesto, también extraterrestre. Pues lo que realmente se lleva el alma de las diferentes encarnaciones es el aprendizaje a través del Sentir, Sentir que también la lleva a la Sanación.

Antes de venir sabemos lo que tenemos que hacer, lo elegimos y lo llevamos a cabo. Pero nos borran o nos borramos la memoria, porque esa es la única manera de Sentir lo suficiente como para trabajar aquello que nuestra alma necesita Entender y/o Sanar.
Y solo cuando estamos preparados, comenzamos a recordar...
Es cierto que durante el proceso podemos volver a herir nuestra energía, pero es un riesgo controlado, siempre y cuando lo hagamos con consciencia.

Ahí es donde intervienen otro tipo de terapias como la Regresiva o el Reiki o el Zen...., ahí es donde influyen la meditación, el yoga, la relajación, la interiorización, la psicología o psiquiatría entendidas ambas desde más allá de la personalidad y del cuerpo físico.

Pero ¿cómo sanamos el alma?

Para aclarar esto, previamente comentaré lo que me ha llevado a entender. Conclusiones sobre las experiencia tanto propias como de otros cuyas historias llegaron hasta mí, y que algunas de ellas han aparecido en viajerosdeluz.blogspot.com.es

A lo largo de mi vida en esta tierra siempre me he hecho la misma pregunta una y otra vez...¿por qué tanto sufrimiento? ¿Si eleváramos el nivel de conciencia bajaría el nivel de sufrimiento?
Cada vez que alguien cercano o lejano enferma, sufre, su mundo se viene abajo así como el de toda su familia. Naciones devastadas por guerras, catástrofes naturales, enfermedades, hambre y miseria.
Me sentía absolutamente frustrada al no entender el motivo de todo ello.

Sin embargo, la vida o mi propia elección quiso que me dedicara a las terapias del alma.
Con el tiempo descubrí que podía hablar con ellas, por extraño que parezca. Todo ocurrió sin proponermelo, sencillamente ocurrió, hace años ya de aquello.
Y lo que encontré fue en muchos casos...confusión.
Almas confundidas por recuerdos no sanados, por traumas no entendidos.

He leído muchas veces que el alma es pura y no puede enfermar, he oído que somos consciencia, vibración, emociones, ...y sí, efectivamente somos todo eso, pero también somos esos cachitos de energía que se desprendieron de la original para vivir experiencias y que se dañaron en su proceso para, llegado un momento, Sanar tras Entender.

Me dijeron una vez, "el alma no enferma, solo transmite al cuerpo sensaciones vividas, puesto que es eterna y pura".
Y otra persona apuntó "supongo que esas sensaciones vividas, si son traumas, es lo que se manifiesta físicamente".
Estas aportaciones son muy interesantes y yo antes también pensaba así, pero no lograba "entender" del todo.
Ahora entiendo un poco más, tanto por las experiencias propias como por las ajenas que me han llegado.

Efectivamente hay una parte de nuestro Ser que es puro y nunca enferma, esa parte es nuestro Yo Superior y tampoco encarna nunca. Vive en lo que llamamos la Luz, en nuestro Hogar, el verdadero.
Sin embargo, hay otras partes de ese Ser que somos nosotros, puesto que podemos segregarnos, que se quedan con emociones y traumas que más tarde tienen que sanar.

¿Cómo es posible ésto?
Sencillo, somos energía y como tal, podemos segregarnos, como la corriente eléctrica que alimenta diferentes bombillas dentro de una casa, viene por el mismo cable suministrador y se va repartiendo por diferentes cables

Y ¿para qué todo este proceso?
Pues para Sentir y poder Aprender desde el Sentir y Sanar desde el Sentir.

Realmente hay quien dice que somos emociones, entonces ¿qué diferencia hay entre ser Energía, Vibración, Luz, Emoción, Consciencia o Alma?

Y estoy de acuerdo con todas y cada una de esas definiciones.

Pero, 
¿a qué se debe que tengamos que venir una y otra y otra vez?
¿Por qué un cuerpo sano, enferma al entrar un alma en él?
¿Por qué un cuerpo sana, cuando hablamos con su alma y no con la parte consciente del cuerpo de aquí y ahora?

Una explicación sería la de que, una parte de nuestra alma está enferma y tiene que sanar y encontrar la pureza a base de Aprender y Sentir, para poder unirse a aquella parte que nunca encarna y que es pura, y ...de esa forma ir creciendo en consciencia, luz y pureza.

Esta es mi opinión y por supuesto que puedo estar equivocada, pero hoy por hoy es lo que me hace entender ese mar de dudas en el que vivo, pues es la duda la que nos permite descubrir respuestas y por lo tanto avanzar en el entendimiento. Cada cual en el suyo propio.

Un alma se puede segregar en múltiples cachitos, algunos de ellos enferman y por ello se alejan de ese Ser Puro que somos, para volver a unirse a él después de sanar.

Sin embargo, esos "cachitos" de nuestra alma original, de ese Yo Superior, también son almas en sí mismas.

Así que hoy mi pensamiento es que la Tierra es un Hospital para las Almas, además de un lugar para el Aprendizaje a través del Sentir.
Pero como he dicho antes, puedo errar en mi pensamiento y el día de mañana llegar a otra conclusión. Y precisamente en ello se basa la propia evolución del alma, ¿no?.

El truco es entender que "hacer consciente lo inconsciente" funciona también para el alma, no solo para la conciencia del cuerpo físico en el aquí y ahora, sino para el alma también, pues realmente es el alma la que enferma, es ella la que se lleva las emociones a otras vidas a otros cuerpos y los enferma, es el alma la que se confunde...por lo tanto el trabajo se puede hacer perfectamente con el alma, de hecho es así como se hace, aunque sea a través de otro cuerpo de otra persona y obtener los mismos resultados.

Esta es la explicación de una terapia que hice al alma de un muchacho muy enfermo a través de otro familiar. Se llama regresión a distancia. 
Ahí fue el alma del muchacho la que entendió, no su conciencia física, sino su alma.
Y, resulte como resulte al final, por lo menos su alma no se llevará a otra vida el trauma que se ocasionó cuando era bebé no nato y que derivó en una grave enfermedad.

Esta es la base del trabajo a distancia que hacemos con las almas, tanto de encarnados como de no encarnados.

Y sí, es cierto que el alma es muy sabia y precisamente por ello desea sanarse. Precisamente por ello se fija estos despertadores llamados enfermedades, accidentes, hambre, catástrofes, paro, ruina, desengaños, duelo, ...para que le resuenen y hagan que su parte consciente y la no consciente trabajen en el Entendimiento, el Aprendizaje, el Sentir y la Sanación de la propia Alma, y no solo de la conciencia del cuerpo físico.



Por eso sufrimos tanto, para despertar nuestros recuerdos, recuerdos de traumas pendientes de sanar o recuerdos sobre aprendizajes pendientes de interiorizar y superar.
Sanación que se hace en planos de existencia similares a los originales en los que se produjo el trauma, la enfermedad del alma, puesto que buscábamos un aprendizaje profundo al desarrollar la experiencia original.

Pero, ¿podríamos sufrir menos?
Sí, por supuesto, siendo conscientes de lo que nos pasa. Llorar, trabajar nuestro interior, con o sin ayuda, Sentir, Entender y por fin Sanar. No me canso de repetirlo.

Cuántas veces me he encontrado con personas que vinieron destrozadas emocionalmente, y tras la terapia, tras el trabajo y el tiempo necesario para su asimilación, encontraron por fin el Entendimiento y la Sanación de su Alma.

Yo misma me he perdido en este plano más veces de las que puedo recordar, pero trabajando en mi interior, y con ayuda de amigos, familia o terapeutas, me iba encontrando.
Sufro, sí, por supuesto, pero bajo el "entendimiento" de que hay mucho más de lo que vemos en esta dimensión, ese sufrimiento se hace menor y dura menos.

Pero, ¿qué pasa cuando venimos a sanar y resulta que en ese proceso nos ocurre algo traumático que podemos llevarnos a otra existencia futura??

¿Llegaríamos así a un círculo sin fin??

No necesariamente, todo dependerá de si estamos lo suficientemente despiertos o, por el contrario, nos dejamos atrapar en esta dimensión terrenal.

Voy a poner el ejemplo de un hijo.
Imaginaos que una de las cosas que ha venido a sanar un alma en esta encarnación, sea una relación anterior con uno de sus hijos.
Imaginaos por un momento que en una vida pasada esa alma, encarnada en otro cuerpo, quedó atrapada en un sentimiento de culpa por abandono de su hijo, al que dejó en un lugar mientras se desarrollaba una guerra.
Imaginaos que le mataron y su hijo quedó solo y murió de hambre en soledad,
¿ os imaginais cuánto dolor se llevó el alma de esa madre o padre?
se llevó la sensación de que había abandonado a su propio hijo.
Imaginaos que en esta vida logra entender el proceso que ocurrió en aquella, que además lo trabaja energéticamente con su hijo y lo sana, pero ¡¡ay!! en el camino, cuando su hijo era pequeño le dice unas palabras que le hieren.
Y años más tarde, la madre o padre se dan cuenta del daño que volvieron a hacer a su hijo...

¿Qué hacer?
Sencillo. Hay que pedir perdón desde lo más profundo de nuestra alma, devolver la energía robada a nuestro hijo con aquellas palabras hirientes, sufrir ese momento, sólo ese momento, llorar nuestro dolor por el sufrimiento causado, reconocer y aceptar el error para aprender de ello, perdonarse a uno mismo, entender que todos cometemos errores para evolucionar en nuestro aprendizaje, así como aprender también a no volver a cometerlo al ser conscientes de ello, seguir entendiendo y, por último...sanarlo.

De esta manera no nos llevaremos ese error a otras vidas, porque ya estará sanado en ésta.

Es como si entraras a un hospital a operarte de apendicitis, y en el proceso coges una infección hospitalaria, bien...entonces, se detecta, te mandan antibióticos y te vas a casa, débil, pero en proceso de sanación total.

Eso es lo que tenemos que hacer aquí, mantener la conciencia despierta para poder "entender" y sanar cada paso que damos.

¿Puede ser, entonces, que la Tierra sea un lugar de desintoxicación, algo así como un hospital de almas?, ¿para que podamos sacar nuestros problemas y sanarlos por las condiciones de olvido y la enorme densidad vibracional de este mundo?

¿Puede ser también que a base de tanto sufrimiento la Tierra esté, energéticamente hablando, desequilibrada al igual que los hospitales humanos, sumidos en las energías confundidas y proyectadas por el dolor, la rabia, la ira, la confusión, la pena...??

Pienso que es posible, y que este pensamiento podría explicar el sufrimiento excesivo de este planeta y de los que aquí habitan.
Sufrimiento que irá paliándose a la vez que se eleve el Entendimiento de lo que realmente hay más allá del prisma físico de esta tercera dimensión.

Y...
Este pensamiento explicaría también por qué de vez en cuando, tienen que venir Seres a la Tierra para ayudar a mantener el equilibrio en ella.

Yo me preguntaba, ¿si todo son experiencias necesarias y la Tierra es una escuela, por qué el planeta tiene que evolucionar???

Realmente lo que ocurre es que después de tanto venir a sanar aquí, se ha quedado mucha energía proyectada tanto por nosotros mismos como por los demás, el dolor, la rabia, la confusión, la pena,...y también se han quedado "cachitos" de nuestra alma atrapados aquí y están poniendo al planeta en una situación complicada para mantener el equilibrio.

Es como si la Tierra fuese un gigantesco hospital que de vez en cuando tiene que ser restaurado, a veces la situación ha sido tan límite que se han producido extinciones en masa, para darle un respiro al planeta.



Sé que parecen palabras muy fuertes, pero es lo que pienso y sé que nada pasa por casualidad, de ahí la importancia de que se eleve el nivel vibratorio de la Tierra si pretendemos evitar esa sexta extinción, conocida por la del propio humano sobre el propio humano.

El paso para ello es la interiorización, pues todo pasa por "entender" nosotros, para poder hacer esa revolución pacífica sobre el pensamiento humano.
Esto que ocurre aquí también pasa en otros planetas. Y hay quienes se han especializado en ello.

Con esto no quiero decir que no luchemos por sanar, al contrario, hay que luchar, estudiar, aprender, razonar para finalmente Entender y por fin Sanar.
No estamos aquí para sufrir, estamos aquí para sentir, aprender y sanar, el sufrimiento es solo un instrumento utilizado, antes y/o después para nuestro propósito.
Es como el dolor de la cicatrización de nuestra herida en nuesta pancita tras operarnos de esa apendicitis que nos estaba haciendo daño.

Y desde luego que nadie viene a limpiar los errores de nadie, ni a sanar los pecados de nadie.

Debemos de entender que solo nosotros somos responsables de nuestros actos y podremos ayudar a otros, pero ante todo hemos venido a aprender y a sanar. Y quizás, si lo hacemos de prisa, podremos ayudar a que este planeta no "pete", como tantos otros así lo hicieron antes.

Y es ahí donde intervienen esas personas que ayudan a elevar el nivel vibratorio, y ¿esto que es?

Pues al igual que todo hospital, los Seres o personas que pasamos por la Tierra, a veces podemos quedarnos atrapados en la misma sin poder salir, o bien nuestras proyecciones energéticas tomaron cuerpo y están confundidas en este plano de existencia.
En estos casos, hay personas o Seres que son capaces de ayudar a equilibrar el planeta, ayudando a esas formas de energía a encontrar el camino de la luz, reciclando en ese proceso parte de su energía negativa, que a su vez servirá para ayudar a otros planetas en estado de formación.

Pero...esa ya es otra historia...


Desde mi propio entendimiento, errado o no, pero con mucho amor...




Fina Navarro
02 de Junio de 2016
Viajerosdeluz@gmail.com
viajerosdeluz.blogspot.com.es