Cómo Protegeros en la Ascensión de La Tierra

Cuarto mensaje: Cómo protegeros en la ascensión de La Tierra.

"Escuchad hermanos.
Todos somos iguales y como iguales podemos rezar por una misma causa.
Orad, pues, hermanos. Cada uno de vosotros pedid el bien a vuestro dios, ya creáis en Alá, Yahvé, Mahoma, Budha, Krishna o cualquier otro. Da igual rezar a la luna, al sol o al universo.
Dios solo hay uno y todos formamos parte de Él.
Él siempre escucha.
Lo importante es crear una gran energía de bondad.
Lo único que realmente importa es la bondad de nuestro interior,
es la bondad de nuestros ruegos, la bondad de nuestras acciones.

Pedid hermanos y se os concederá.

Visualizad la Tierra rodeada de un gran campo energético. Ayudadnos a protegeros.
Estamos aquí para ello, para acompañaros en el tránsito.
Hay quien dice que os esperan grandes catástrofes, que la madre Tierra os echa de su casa.
Y nosotros os decimos, la madre Tierra jamás os repudiará porque os ama, pero tiene que enseñaros a que la respetéis a que os respetéis unos a otros. Y si para ello tiene que forzar el sufrimiento, así lo hará.

Pero podéis cambiar vuestro destino, podéis aprender a amarla, a respetarla y ella os acunará y os protegerá.

Os dicen que para cambiar el nivel vibratorio de la Tierra deberéis sufrir enormemente durante 3 días y 3 noches.
Pero nosotros os decimos, meditad, tened buenos pensamientos, rezad a vuestro dios por toda la humanidad, visualizáos rodeando la Tierra y formando un gran campo de energía cósmica de protección de la gran madre y de sus hijos, vosotros.
Entonces y solo entonces el cambio se producirá sin sufrimiento, en paz y armonía con Ella.

Ayer hubo una gran reunión. Sabíamos de las peticiones de muchos de vosotros, de aquellos que ruegan por  toda la humanidad, de aquellos que a pesar de todo tienen fe, luchan y creen en la bondad del ser humano tal y como sois ahora.
Su amor por vosotros es tan profundo que decidimos comunicaros que estáis a tiempo aún.
Porque hay más bueno en vuestro interior de lo que siquiera vosotros imagináis, solo tenéis que encontrarlo.

Vuestro destino lo escribís vosotros.

Orad, amad a vuestro hermano pues todos somos hermanos. Abríos al universo de luz y amor que os hemos preparado.
Protegeos unos a otros, ayudaos, daros amor y cobijo. Defendeos y cuidaos unos a otros.

Amad tan profundamente que cambiaréis vuestro destino y lo uniréis al nuestro, para formar parte del cambio a un mundo maravilloso lleno de armonía y entendimiento, de amor y paz, de felicidad y sonrisas."

"Tú has pedido, has suplicado, has solicitado, has llorado por tus hermanos y por ti. Y lo has hecho desde lo más profundo de tu ser.
Yo te he respondido en nombre de todos.
Con amor. Solomón"